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miércoles, 13 de septiembre de 2023

ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LAS HIPÓTESIS ANTERIORES

En la medida que se vayan confirmando las hipótesis propuestas en la anterior entrada, es probable que, a casi todos, nos invada la sensación de que cambiar esta situación es imposible. A propósito de que en las cúspides jerárquicas se "aprenda a convivir y ser productivos en dúos, tríos y constelaciones mayores", una hija mía - mayor, licenciada en Matemáticas y profesional de la Informática - me replicaba el otro día :"...pero si todo el mundo quiere ser el número uno".Efectivamente, aquí se encuentra el mayor escollo para superar la mentalidad y las prácticas burocráticas en las organizaciones, no solo las políticas. Precisamente, por esta mayor dificultad, vamos a dejar su tratamiento para una etapa posterior. "Tarea primordial" Previamente, se hace necesario hacerse conscientes de cuál sería la "tarea primordial" cuya ejecución condiciona definitivamente la eficacia política, y las prácticas en que se materializa. Probablemente, la aceptación de que es ésta una cuestión de "prácticas" y no de especulación teórico/burocrática va a chocar con los intereses de los burócratas en posiciones de poder. Hay un gran vacío en la definición de la tarea política eficaz,vacío que se rellena con demasiados "inventos del TBO", errores que se repiten sin haber sacado consecuencias de ellos, desmoviización de eventuales redes potenciales. "Buenos prácticos" Pero, en el caso de que queramos cubrir ese vacío con una colección de "buenas prácticas", nos vamosa encontrar con otra dificultad: las "buenas prácticas" no están en los libros, sino en la experiencia de los "buenos prácticos", entendiendo por tales a aquellos políticos que han conseguido "no perder/ ganar votantes" en una, dos tres..elecciones, incluso aunque su ámbito no haya tenido repercusión institucional. Y estos "buenos prácticos" no suelen tener reconocimiento de esa categoría, ni de ellos mismos, a fuerza de no tenerlo del entorno que debería habérselo dado.. Hay,pues, un primer paso, imprescidible, de conseguir que unos cuantos "buenos prácticos" quieran reflexionar y distinguir sus buenas de sus malas prácticas. Que se den cuenta de que sus "buenas prácticas son algo más que ocurrencias personales. Y, al mismo tiempo, que quieran ayudar a otros a aprender las buenas e ir sustituyendo las malas.Este va a ser un impedimente también mayor que nos enlaza con las cuestiones del estilo de liderazgo, que habíamos dicho de no abordar hasta después. Estos "buenos prácticos", candidatos a convertirse en "buenos prácticos reflexivos", excepto algunos líderes en aquellas localidades - casos "desviados" - donde un partido ha mantenido su mayoría en un largo período de tiempo, incluso cambiando de alcalde, no están interesados/no saben entrenar a otros. Los encontramos, no satisfechos con la política, retirados en algunos lugares institucionales anodinos, en la rutina de la vida de las agrupaciones, o en su casa u otras actividades sociales. En este panorama, me propongo seguir con los siguientes trabajos: *** Localizar "buenos prácticos" e ir armando con ellos una red que discrimine buenas de malas prácticas, describiéndolas operativamente; *** a partir de ello, montar redes de aprendizajes al servicio de organizaciones políticas de izquierdas; *** desarrollar estas tres dimensiones "tarea primordial", "buenos prácticos" y "liderazgo compartido" en entradas sucesivas. *** ir escribiendo dos libros, al menos, LOS PRINCIPES DEL SIGLO XXI. LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS QUE EMPODERAN A SUS VOTANTES Y A SUS MILITANTES, y COMO NO PERDER/GANAR VOTANTES (Títulos provisionales). Son bienvenidos todos los BUENOS PRÁCTICOS !!!