No se está llevando a cabo una reflexión suficiente en
cuanto a los modos de gobernar y dirigir los partidos de izquierdas. En los
años 20 del siglo XX, cuando se organizaron por primera vez según pautas
jerárquico-funcionales, estas formas eran lo más moderno que estaba produciendo
la sociedad, a partir de empresas de negocios líderes. Pero ahora, han pasado
más de 50 años en que se han intentado corregir y se van abandonando.
Los partidos están organizados según criterios más
antiguos que las empresas de negocios y otras instituciones modernas. Su
eficacia/ eficiencia en la gestión de
sus recursos clave es muy inferior a la que consiguen estas organizaciones –
sus votantes y militantes, frente a clientes y personal.
Mientras, prestigiosos consultores y profesores de
estas cuestiones, como el mismo Henry Mintzberg, advierten del peligro que
suponen para sus organizaciones las mezclas de liderazgos heroico-carismáticos
y los liderazgos burocráticos, y reclaman otras formas de liderar, en los partidos políticos todavía se añoran
los liderazgos carismáticos y mientras tanto se imponen los liderazgos
burocráticos más autoritarios.
La política
se establece de arriba abajo, con
muy poca porosidad para una contribución de abajo arriba. Cuando los partidos de izquierdas consiguen
gobiernos, en lugar de fomentar el desarrollo y el papel específico de sus
partidos, tienden a asfixiarlos, lo
que contribuye a que el proceso de abajo arriba tienda a desaparecer.
Las cúpulas y las estructuras de poder de los gobiernos
y los partidos se rigen por una cultura
burocrática, muy alejada de la cultura de innovación y empresariedad que parece que debería requerir la creación de un orden nuevo.
La
derecha con sus mercados, y apoyadas en partidos congruentes
con sus valores, llega a conseguir que
la propia izquierda acepte sus modos de acción ante la incapacidad de ésta
de ofrecer unas mejores maneras de gobernar y dirigir la economía.
Los gobiernos y partidos de izquierda, sin recursos
estratégicos básicos como suficiente apoyo de sus votantes y sus militantes, se
mueven zarandeados por ideólogos que
no se interesan por la evolución de los valores de sus votantes, gestores que burocratizan la política, movimiento sociales que defienden
intereses singulares, y medios de
comunicación que, cuando no defienden intereses de la derecha defienden sus
intereses comerciales.
En su interior los partidos de izquierdas están muy
lejos de practicar la democracia interna
que determina, por ejemplo, la Constitución Española y reclaman con insistencia
periódica, aunque sea con sordina, militantes y simpatizantes.
La formación de
los dirigentes se lleva a cabo sobre copias y traducciones de materiales de la
formación en las escuelas de negocios, que están siendo puestas en causa en los
círculos más avanzados de profesionales. De este modo se legitima el ejercicio
de poderes burocráticos que, cuando tienen la versión edulcorada generan
anarquía, y finalmente acaban imponiendo un mando impositivo unilateral.
Esta breve descripción de manifestaciones organizativas
de dirección y liderazgos anticuados, podrían servir para explicar bastante
del por qué los partidos de izquierda
están perdiendo votos – que se abstienen – y militantes – que se dan de baja, o
dejan de “militar” activamente.
Naturalmente, esta descripción que es bastante realista
de los niveles altos de las organizaciones, tiene excepciones notables en organizaciones locales medianas y pequeñas donde,
con cierta frecuencia, pueden encontrarse mayorías mantenidas, militancias
numerosas y activas y un funcionamiento que se acerca más a una red que a una
jerarquía funcional. Pero, desgraciadamente, este auténtico tesoro de
experiencias positivas no encuentra quien lo convierta en un activo explotable
por toda la organización.
Este texto forma parte del artículo LIDERAZGO, ORGANIZACIÓN Y DIRECCIÓN CONSCIENTE EN LOS PARTIDOS DE IZQUIERDAS, que se publicó en la "FRC, revista de debat politic". Junto a esta crítica se proponen salidas a la situación, en apartados sobre "Los partidos que empoderan a sus votantes y militantes", "Prácticas", "La dirección política por barrios y secciones electorales y el cambio organizativo". Esta artículo puede obtenerse completo en la Agenda de www.marcoslekuona.net
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