Las
prácticas para no perder/ganar votantes. Sesión introductoria
EJERCICIOS PARA ENTRENAR LAS
PRACTICAS PARA NO PERDER/GANAR VOTANTES
La política es una práctica, o si se quiere, una
colección de prácticas. Como tal requiere un entrenamiento. Estos Ejercicios pretenden contribuir a entrenar
buenas prácticas. Al introducirlos en estas sesiones pretendo,
ü centrar
la atención en las prácticas
(interacciones sociales) más que en las ideas o los productos políticos;
ü que
los políticos tomen razón de la necesidad de su entrenamiento en estas (u
otras) prácticas, si quieren mantener su eficacia.
Los ejercicios y prácticas que se propondrán aquí son la
consecuencia de la observación en el campo de varias decenas de experiencias y
de la reflexión sobre ello, junto a la lectura de experiencias de otros
lugares. Seguramente otras observaciones pueden sugerir otras/otros, que
enriquecerían el desarrollo del activismo político en nuestro país. Con las que
sea, lo que puede suponer un avance relevante en nuestro sistema democrático es
que los políticos entiendan su trabajo
como un conjunto de prácticas y que necesitan entrenarse para superar las malas
prácticas por otras buenas.
En la medida que estas prácticas se desvían de las
habituales en muchas agrupaciones políticas, es posible que los intentos de
adoptarlas generen conflictos con otros miembros de la misma organización.
Tomando en cuenta de que las prácticas
de coaligarse se consideran primordiales para un activismo eficaz,
dedicaremos atención a esta cuestión desde la próxima sesión.
En esta sesión introductoria, se proponen ejercicios para
adquirir y mantener en forma operativa tres prácticas que convencionalmente vamos
a denominar:
·
ORIENTARSE A LOS RESULTADOS
·
ACOTAR EL TERRENO DE JUEGO PARA SU CULTIVO
INTENSIVO
·
IDENTIFICAR A LOS VOTANTES ACTUALES Y
POTENCIALES Y A SUS LIDERES DE OPINIÓN PARA IR CONSTITUYENDO COMUNIDADES DE
VOTANTES.
EJERCICIO Nº 1 PARA ORIENTARSE A LOS RESULTADOS
Las buenas prácticas se aprecian por su incidencia en los
resultados. Estos resultados son medibles a corto plazo, en términos de los
números de votantes, donantes y voluntarios. Y medio plazo en la capacidad de
leer los intereses y preferencias de los
votantes actuales y potenciales, de elaborar, ejecutar y comunicar
políticas como respuesta, y el tamaño y activación de la red partidaria.
Estar al tanto y seguir la evolución de los indicadores
de estos resultados debe convertirse en una práctica habitual y constante de un
activista político. Pensar en cómo se
van produciendo y cómo se van mejorando/no empeorando debe ser una reflexión
constante compartida con otros compañeros activistas.
Como soporte de ello, se necesita contar con una
documentación estadística que refleje la evolución
histórica de los datos desglosados hasta el máximo nivel de la sección
electoral y los comentarios que pretendan explicar los factores que han
provocado esa evolución.
Algunos partidos políticos cuentan con bases que pueden suministrar los datos. Y los
organismos oficiales como el Ministerio del Interior, las Comunidades Autónomas
y los propios Ayuntamientos suelen ofrecer este servicio. En todo caso, es una
buena tarea construirse un sistema propio del activista y sus aliados, en
fichas bien manuales o digitales., en las que nunca deberán faltar espacios
para registrar los comentarios acerca de los factores que han podido contribuir
a las evoluciones.[1]
El seguimiento y análisis de los abstencionistas, comparando las elecciones
diferentes del ciclo y las series de la misma, puede ofrecer claves importantes
para la acción política. Cuando se puede contar con los listados de las mesas
electorales, puede llevarse a cabo un buen análisis, a condición de respetar la
confidencialidad de los datos. El flujo de los electores de votante a
abstencionista y a la inversa es uno de
los fenómenos muy poco estudiado que puede añadir profundidad a la tarea del
activista
La construcción de esta base de datos, la comprensión de
las situaciones y la explicación de las mismas, proporciona argumentos de
conversación relevantes con otros activistas, dirigentes de partido y con líderes de opinión de los votantes, por
supuesto, más útiles con vistas a resultados que otros de geopolítica,
elucubraciones ideológicas o debates
sobre lo malos que son los otros.
El activista debe poder fundamentar sus puntos de vista
personales y contar con un lenguaje que le permita interaccionar con otros
activistas, dirigentes y líderes de opinión.
EJERCICIO Nº 2
ACOTANDO EL TERRENO DE JUEGO PARA SU CULTIVO INTENSIVO.
Tener presente la situación y evolución de los resultados
globales tiene, pues, la virtualidad de hacer consciente al activista de las
necesidades de mantener/conquistar votantes en función de las metas
institucionales que se propone el grupo político con el que se liga.
Pero para su acción personal tiene que profundizar en el
dominio de la sección electoral en la que vive y estimar tanto las metas de
resultados como el número de activistas con que convendría contar.
En este camino,
ü si
el censo municipal proporciona datos de la composición sociodemográfica de los
electores, llevar a cabo un análisis de los mismos;
ü en
caso de que vivan en la misma sección, otros activistas o personas vinculadas
al grupo político de referencia, iniciar conversaciones para coaligarse con
ellos, según profundizaremos en la siguiente sesión;
ü empezar
a identificar votantes a partir de la experiencia personal y de personas
próximas;
ü localizar
lugares donde se reúne la gente y habla de cuestiones públicas, conseguir
participar escuchando y tomando nota de líderes y cuestiones; si no es posible,
entablar relación con alguien que sí participe.
ü Ajustar
el calendario para ir teniendo tiempo de hacer esto de modo regular.
EJERCICIO Nº 3 IDENTIFICAR VOTANTES ACTUALES Y
POTENCIALES Y SUS LIDERES DE OPINION PARA IR CONSTITUYENDO COMUNIDADES DE
VOTANTES
Apenas un 50% de los electores son necesarios para un
buen resultado, y en muchos casos menos. Identificar a los actuales votantes y
a los que potencialmente lo sean, no sólo es una manera de no dispersar
esfuerzos, sino también de poder profundizar en ellos con una comunicación
frecuente en dos sentidos.
Esta comunicación, en cuyas prácticas profundizaremos en
la próxima sesión, se materializa en tres manifestaciones sociales:1) la
identificación de los votantes actuales y potenciales y sus líderes de
opinión,2) los encuentros con/de los votantes; 3) las comunidades de votantes.
En la medida que estas manifestaciones van teniendo lugar se entrelazan en un
mismo proceso.
Identificación
Saber
cuanto antes qué electores no se van a convertir en votantes propios
ahorrará muchos esfuerzos baldíos a los activistas de un partido. Intentar
polemizar o convencer a abstencionistas recalcitrantes, votantes fieles de
otros partidos, y aun indecisos favorables a otros partidos puede no solo ser
una pérdida de tiempo, sino lo que es peor correr el riesgo de mezclar y
confundir intereses.
Es, pues, necesario incorporar la práctica permanente de
ir identificando quiénes son los votantes actuales fieles, los indecisos
favorables, los votantes potenciales –
votantes propios de otras elecciones del ciclo, antiguos votantes, nuevos
residentes, nuevos votantes por edad…) Este trabajo de identificación no es un
trabajo previo, sino permanente. Reside sobre todo en tener una actitud de querer hacer esta discriminación en la medida que
uno va llevando a cabo las interacciones de la vida diaria o de inserción
social activista. Tanto la presencia en lugares donde se habla de política,
como en los encuentros que puedan organizarse adhoc se pueden ir identificando
las posiciones de los asistentes.
Probablemente, lo que mejor puede contribuir es mantener
con las personas una relación de amable
aceptación de sus puntos de vista, alejada del fanatismo proselitista, que
generará que espontáneamente puedan manifestar sus preferencias.
El empleo de conversaciones
telefónicas puede ser otro medio muy poderoso para identificar votantes e
incluso iniciar campañas selectivas sobre ellos. Dada la importancia y la
virtualidad de los métodos que se relacionan con ello, un anexo separado a
estos ejercicios se publicará sucesivamente.
Encuentros
En la medida que se van identificando votantes, se abre
la posibilidad de poner en marcha una práctica que va a aportar tanto un
servicio muy relevante para los propios votantes, como la posibilidad del
arranque de una política de abajo arriba para el activista y la organización
política a la que presta su apoyo: los encuentros de/con votantes.
Se trata de celebrar reuniones de votantes actuales y
potenciales de pequeño tamaño, no más de 20 personas, con la presencia de unos
pocos activistas y dirigentes de la organización. En la pequeña parte que ocuparán
los políticos se limitarán a anunciar su voluntad de elaborar una política de
abajo arriba y de apoyar la constitución de grupos de votantes que se muevan
por conseguir mejoras en su calidad de vida, colaborando con los líderes que
surjan de los propios grupos. El resto de la sesión se dedicará a identificar
por los votantes cuestiones que se entienden mejorables y a dar lugar a que voluntarios
quieran formar parte de grupos de proyecto para llevarlo de cabo. Los proyectos
quedarán esbozados de un modo inicial, y definidos por un principio de programa
de trabajo y un liderazgo que se apuntará en las conversaciones que se irán
manteniendo en la reunión.
La experiencia ha venido mostrando que los votantes
consideran un excelente servicio la oportunidad de conocer y conversar con
otras personas que comparten su comportamiento de voto.
Estos encuentros pueden ser también una oportunidad para
identificar votantes conocidos por los asistentes a los que no se ha tenido aún
acceso.
En una sección electoral en que se puedan contar 200
votantes, y, no siendo optimistas, estimando que solo la mitad de ellos podrán
participar en las reuniones que se prevean, habrá que considerar un buen
resultado llegar a ejecutar inicialmente 5 reuniones de 20 personas, en las que
habría que intentar que estuvieran todos los líderes de opinión de los 200 votantes.
Una guía experimentada de cómo llevar a la práctica estos
encuentros puede leerse en las páginas 120/123 de libro (198 págs) COMO GANAR 8
Y PERDER VOTANTES, editado online por la Fundació Rafel Campalans, en su
colección Formació. El texto completo puede obtenerse en Google tecleando el título,
o en la web de la Fundació. Por otra parte, el conjunto del libro constituye un
fondo de lecturas relevante para las prácticas no perder/ganar votantes.
Comunidades
Los encuentros de/con votantes y los grupos de proyecto
que surgirán de ellos, van constituyendo el esqueleto de las comunidades de
votantes, que se irán nutriendo de otras iniciativas como las prestación de
servicios políticos, la práctica del análisis
narrativo sobre las anécdotas de los votantes, y la constitución de grupos de
proyectos estratégicos para ayudar a aterrizar a políticas de arriba debajo de gobierno
o partido.
Estos temas se desplegarán con más detalle en la
siguiente sesión ENTRENAR CONVERSACIONES
POLÍTICAS EN DOS SENTIDOS
[1] Un
modelo experimentado de estas fichas puedo proporcionarlo a quien lo pida al
correo marcoslekuona@gmail.com.
Consta de dos fichas por sección electoral y agregaciones oportunas: una que
recoge el histórico sucesivo de las elecciones de un ciclo, y la otra, el
histórico de las elecciones locales.
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