LAS
PRACTICAS PARA NO PERDER/GANAR VOTANTES
Documentación
de la
SESION
CUARTA
Síntesis
operativa
Lenguaje
de valores y narraciones
ü Obtener los valores prioritarios de
los votantes/líderes de opinión con ejercicios de “el barrio que vivimos” (300
relatos por barrio) y “dando sentido” al material así recogido.
ü Criticar a la luz del mismo, el
programa del propio partido, de los demás partidos y lo que hace el gobierno
local.
El
lenguaje que predomina en la vida política es una mezcla de la jerga
técnico-burocrática de las administraciones públicas y de las abstracciones
ideológicas de los partidos. No es extraño, pues, que una buena parte de la
comunicación política sea inútil y que,
con frecuencia, temas ampliamente difundidos no se registren en la consciencia
de muchos electores. Y, por el contrario, genera resistencia a recibirla.
No
parece, por otra parte, que haya que argumentar a estas alturas que una
comunicación eficaz es la que habla en términos de los valores de sus
destinatarios y las propuestas que mejor pueden escuchar y asimilar son los
mensajes que muestran cómo se mejora el logro de esos valores. Y que la mejor
manera de mostrar esto radica en contar
con una organización de voluntarios que interaccione con los votantes actuales
y potenciales y comience por escuchar sus anécdotas sobre lo que les
gusta/disgusta de las condiciones en que se desarrolla su vida en su entorno.
Esas
anécdotas, recogidas en entrevistas personales y en pequeñas reuniones en un número suficiente (por ejemplo 300 por
barrio), pueden dar lugar a una publicación que podría titularse “El
barrio/municipio que vivimos”, formada por las anécdotas tal y como se han
formulado por sus autores. Esta publicación
podría hacerse circular y ser objeto de diálogo y discusión en las comunidades de votantes, las
asociaciones y grupos como un instrumento de educación cívica, estimulando la
reflexión de los ciudadanos sobre sus intereses al mismo tiempo que van
conociendo los de los demás. Las tareas tanto de identificar y registrar las
anécdotas como de difundir el conjunto de ellas pueden considerarse al alcance
de cualquier militante/activista con un pequeño entrenamiento al respecto.
Las
anécdotas recogidas pueden ser objeto de un tratamiento analítico que ponga de
manifiesto los valores que se deducen de las manifestaciones positivas y
negativas hacia las situaciones narradas. Esta operación de “dar sentido” al
material anecdótico sería lógico se hiciera en grupos de trabajo de los
dirigentes de los activistas con los líderes de opinión de los votantes.
Las
anécdotas sirven de base para ir construyendo un lenguaje narrativo, formado
por colecciones de situaciones concretas vividas con sus sujetos, verbos y
complementos, y no por sustantivos y adjetivos. Las personas entienden y se
expresan mejor en términos de situaciones concretas vividas relatadas que en el
lenguaje abstracto de las disciplinas académicas o los ideales futuros.
Dos
consecuencias operativas, al menos, se logran al ir adoptando estas prácticas:
Ø Elaborar mensajes que comuniquen más
eficazmente con sus destinatarios.
Ø Contar con unos valores de los
distintos grupos de votantes, obtenidos al “dar sentido a las anécdotas
recogidas, desde los que evaluar políticamente tanto las realizaciones del
gobierno y sus propuestas de futuro como las críticas y propuestas de la
oposición
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario