La vida de un partido político se mantiene y desarrolla
en base a conversaciones – comunicaciones en dos sentidos – tanto entre los miembros
formales de la organización, como entre éstos y el entorno de que se nutre –
votantes, donantes, voluntarios – y entre los que forman su entorno.
La desafección política – con su derivada de las tasas altas
de abstención -, la disminución del número de los militantes y la desmovilización
de una buena proporción de los restantes, que se puede observar en algunos
partidos, son fruto de una comunicación unidireccional y burocrática de
consignas, argumentarios, discursos, apariciones de los líderes y publicidad en
los medios de comunicación masiva, propaganda sobre “lo buenos que somos y lo
mucho que hacemos”. Estas comunicaciones remplazan a las conversaciones que darían
vida al capital social partidario, contribuyendo directamente a su
desvitalización.
Para revitalizar el partido recuperando las
conversaciones, hemos de partir de que los votantes mantienen y forman sus
opiniones políticas a través de conversaciones entre sí y con sus líderes de
opinión. El partido en el camino de su revitalización, necesita que sus
militantes activos sean aceptados en esas conversaciones y, también, contribuir
a que esas conversaciones tengan lugar prestando servicios políticos,
convocando encuentros con la dirección y entre los votantes, explorando valores
a través de anécdotas y relatos que permitan identificar “el barrio/municipio
que queremos”, sesiones de “dar sentido” a la narraciones y diagnosticar la
satisfacción de los votantes ante las prestaciones públicas, diseño colectivo
del “barrio/municipio que queremos”, sesiones de priorización colectiva de
necesidades y propuestas, construcción de consensos.
Sobre las prácticas de comunicación más habituales en
esos partidos, sus militantes activos, y sobre todo sus líderes, tendrán que
aprender a escuchar de un modo activo, a preguntar antes de afirmar, y también,
y no menos sino más importante, a elaborar la respuesta política a partir de
los valores de los votantes. La “política de abajo arriba” es algo más que un
slogan oportuno, sino un conjunto de prácticas de acción y decisión que pueden
aprenderse.
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Leer + en
www.marcoslekuona.net/agenda/revitalizando el partido
www.fcampalans.cat/uploads/publicacions/pdf/comoganaryperdervotantes_def.pdf
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