LAS
PRACTICAS PARA NO PERDER/GANAR VOTANTES
Documentación
de la
SESION
TERCERA
Síntesis
operativa
Coaligándose
con el entorno organizativo
La
política es un trabajo colectivo, de unión de esfuerzos diversos, de variedades
de personalidades y experiencias, de un
modo sinérgico. Esa sinergia de consigue si se es capaz de poner en práctica
una buena organización. Y una buena organización depende de la capacidad de
conversar para coaligarse.
Por
ello, es sensato plantearse, al mismo tiempo que las conversa ciones con los
votantes, las conversaciones entre los miembros del capital social partidario,
para crear una organización con la mayor implicación posible de sus recursos.
Toda
campaña política, pues, deberá contar con proyectos y medidas que, tiendan a
mejorar la capacidad coaligadora de las conversaciones de los miembros de su
capital social partidario y con ello la eficacia de sus resultados por medio de
su coalición con sus votantes actuales y potenciales.
En
esta sesión se proponen tres iniciativas al respecto
·
Los pequeños equipos.
Una
organización es un ente vivo, cuya realización es función de comportamientos
que “disuelven conflictos, crean una imagen compartida de un futuro deseado y
empoderan a los líderes para actuar efectiva y decisivamente a través de los
miembros”. (Gharajedaghi). Estos comportamientos se aprenden mejor en pequeños
grupos cuyos miembros se relacionan cara a cara y el entorno de tarea está
formado por realidades tangibles de intereses.
En
el campo político-electoral, la sección electoral ofrece una unidad pequeña con
un registro de resultados muy fiable. Según los casos, los activistas
empadronados en una o varias secciones electorales pueden formar el grupo de
base de la organización en cuyo interior sus componentes pueden entrenarse en
las buenas prácticas de coalición interna y de liderazgo. La madurez política de
convertir la dicotomía en complementariedad y evitar la polarización puede ejercitarse
aquí, en un entorno de intereses transparentes y unos resultados que pueden
medirse bien.
La
organización se va desarrollando en una red a varios niveles. Alrededor de 10
secciones electorales pueden formar un barrio, si existe liderazgo social para
formarlo – y aquí puede haber un papel importante de los activistas políticos
en apoyo de los líderes sociales potenciales.
Y
varios barrios pueden formar un distrito o un
municipio.
·
Negociación de
compromisos de votos por apoyos.
Esta
arquitectura organizativa permite dar lugar a unos procesos de orientación a
los resultados que pueden contribuir a una tensión hacia
mantenerlos/aumentarlos. Cada nivel debería mantener conversaciones con el siguiente,
para llegar a acuerdos acerca del
compromiso de resultados por parte del nivel en contacto directo con los
votantes, y del compromiso del otro nivel de aportarle ayuda en forma de
recursos para conseguirlos.
Estas
conversaciones, podrían mantenerse y actualizarse regularmente de modo que se en la organización se compartiera
una visión de la realidad y se orientaran las acciones hacia los resultados.
·
Recuperar
como militantes activos a los que lo fueron y a los cargos públicos, asesores y
directores que no lo sean.
Las
prácticas burocráticas dominantes han reducido la capacidad de coalición con
los votantes, a través de dos prácticas “mortales” para ello:
ü Reducir
la capacidad de acción de militantes con disposición a actuar como acitivistas,
y aun provocar su anulación o alejamiento. Así la mayoría de los que quedan “en
activo” no muestra disposición al trabajo de activar redes de votantes.
ü En
municipios donde un partido detenta el gobierno ha sido muy frecuente que
miembros del mismo con capacidad y experiencia activista, la han abandonado por
aprender inicialmente y después asumir el ejercicio burocrático de la dirección
de la administración. De este modo, el partido va perdiendo su capacidad de no
perder/ganar votantes que tuvo al principio, lo que explica su pérdida de mayoría.
Estar
al tanto de las posibles pérdidas de potencia política que esto puede
significar – y en paralelo a ello, los votantes que han pasado a
abstencionistas – constituye un pilotaje adecuado de no perder/ganar votantes,
y podría componerse de un conjunto de prácticas al respecto a observar tanto
por los dirigentes como por los activistas.
Una dirección
política exitosa no debiera nunca reducir el dominio de una buena comunicación
a la “propaganda”, sino entender que la propia organización es uh medio
privilegiado de comunicación política.
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