Las
prácticas para no perder/ganar votantes. Sesión Cuarta
EJERCICIOS PARA ENTRENAR LAS
PRÁCTICAS DE UN LENGUAJE SOBRE LOS VALORES DE LOS ELECTORES
No es este un cambio – adoptar un lenguaje de valores que
vaya sustituyendo al lenguaje técnico/burocrático/ideológico - que pueda
llevarse a cabo en una campaña, tanto por tiempo como por disposición.
También habrá que tener en cuenta que una buena parte de
la cultura dominante en las organizaciones políticas es contraria a esta
práctica, aun en el caso de que llegue aceptarse que contar con un lenguaje que
recoja los valores de los electores sería más eficaz para la comunicación
política. Esta ambivalencia conduce con frecuencia a hacerse “trampas en el solitario” con
resultados mediocres.
Y por otro lado, existe un movimiento creciente hacia el
reconocimiento de que la realidad social no se representa bien por la
enunciación de sustantivos abstractos, sino por el relato narrativo de lo que
en cada momento va sucediendo. En las ciencias sociales el análisis narrativo
va ganando terreno y se comprueba su mayor utilidad práctica a la hora de
dirigir.
Practicar, pues, en la construcción/utilización de un lenguaje de valores con expresión
narrativa, puede ser útil a un dirigente tanto para su tarea de dirigir su
organización internamente como para conseguir que los miembros de su
organización vayan a su vez
contribuyendo al lenguaje que registra los valores de sus votantes.
A cada uno de los dirigentes convendría que se ejercitaran
individualmente en identificar y relatar aquellas anécdotas de su vida diaria
que provocan su aprobación o desaprobación
y, a través de ello, identificar cuáles son sus valores.
EJERCICIO Nº 1.- Liderazgo
y creación del lenguaje político.
El lenguaje que actualmente se utiliza sirve para
representar una política de arriba abajo. Los cargos públicos y dirigentes de
partido se han ido aclimatando al lenguaje técnico-burocrático de las
administraciones y, por otra parte, los
discursos ideológicos han sido elaborados por académicos no activistas.
Aquí proponemos que estos políticos se ejerciten en
sensibilizarse a sus sensaciones positivas/negativas ante las situaciones que
viven personalmente y a registrarlas en pequeños relatos de cómo las han
vivido. Es este un ejercicio personal que puede completarse con la puesta en
común en reuniones de los órganos de dirección en que participen, dando así
lugar a encontrar afinidades, diferencias y conflictos cuyo tratamiento está
en la base de la dirección organizativa.
En la medida que estos dirigentes vayan interiorizando
esta manera de ir viendo la realidad, estarán en condiciones de liderar al
resto de la organización para que se entrene a comunicarse con los votantes e
ir construyendo el lenguaje de los
valores.
EJERCICIO Nº 2.- Las
narraciones de los activistas.
Estos mismos ejercicios tendrían que llevarlos a cabo los
activistas o militantes activos, con la ayuda de los dirigentes que ya los
hayan practicado. La identificación personal y el diálogo y debate colectivo de
las anécdotas que describen situaciones positivas/negativas son un paso previo
que prepara a la organización para acometer la construcción del nuevo lenguaje
desde los propios votantes.
EJERCICIO Nº3.- Escuchando
historias
Escuchar las anécdotas, relatos, historias de situaciones que se sienten como que mejoran/empeoran
la calidad de vida se convierte así en una tarea de comunicación permanente con
los votantes, bien en entrevistas individuales, en reuniones de las comunidades
de votantes, o en “círculos de anécdotas” convocados ad-hoc.
Este material puede elaborarse por los propios activistas
con el acuerdo de cada votante, o por los propios votantes si se animan al
esfuerzo, en una dimensión que puede oscilar entre medio y un folio.
A medida que se van obteniendo,
pueden agruparse en algún tipo de documento que con un título como “El barrio
que vivimos” da cuenta de las visiones de los votantes y puede irse utilizando
para estimular a otros votantes a manifestar sus visiones, y a sensibilizarse a
las diferencias que existen. En una primera instancia es deseable que la
recogida de relatos y la edición de los conjuntos de los mismos, así como los
eventuales diálogos sobre ellos tengan lugar en los límites de cada barrio,
antes de pasar a unidades mayores.
EJERCICIO Nº 4.-Encontrando
los valores y evaluando desde ellos la acción política.
Los relatos conseguidos pueden ser trabajados por activistas
y líderes de opinión para “darles un sentido” en términos de los valores que subyacen a las evaluaciones
positivas /negativas y la segmentación de los votantes en función de su jerarquía
de valores. Esto puede permitir enjuiciar los programas y propuestas propuestas
tanto del gobierno como de la oposición, desde su respuesta a los valores de
los distintos segmentos. Los pequeños grupos de la agrupación.
Unas
observaciones adicionales
- ·
Como ya decíamos al comienzo de esta entrada
no cabe esperar que este trabajo se lleve a cabo en esta campaña; pero sí puede
ser un buen momento este para empezar a experimentar a pequeña escala, y continuar
en el póximo mandato.
- · En este mismo blog se publicaron ya entradas que trataban este tema como “Escuchar y contar historias” y “Un ejemplo de aplicación de mótodos narrativos a una política de abajo arriba a partir de los barrios de un municipio”
- · Probablemente, más adelante publicaré otras entradas metódicas sobre la aproximación narrativa a las cuestiones a la organización/dirección.
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