(Este texto se publicó en diciembre del 2.004)
·
Bastantes
gobiernos han perdido votos sin darse cuenta, a pesar de haber realizado una
gestión más bien brillante y hasta obtenido premios por ello.
·
Puede
deducirse que para mantener una mayoría hay que hacer cosas que no tienen que
ver con la gestión y que estos gobiernos no hacían.
· Los gobiernos
necesitan aprender a hacer esas cosas:
ü
GOBERNAR Y
CAMPEAR, a la vez
ü
Contar con un
partido capaz de conservar a los votantes actuales y conquistar los nuevos
potenciales.
ü
Identificar
con la ayuda de su partido a esos votantes y a sus líderes de opinión y abrir
sus sistemas de decisión a las priorizaciones y evaluaciones de ellos, por barrio
y globalmente.
ü
El sistema
democrático pide a los gobiernos que coaliguen mayorías y negocien con las
minorías, sin escudarse en argumentos tecnocráticos.
·
La política
tiene que traducirse en instrumentos que permitan controlar y evaluar su
ejecución: planes, programas, presupuestos.
·
Muchos nuevos
problemas no sabemos cómo se resuelven, ni siquiera sabemos cómo son:
inmigración, revueltas de jóvenes, deslocalización de empresas. Esto requiere
mucho tiempo político antes de poder encomendarlos a la administración.
·
Para esto los
políticos necesitan delegar en directores profesionales todas las operaciones
programables. Esta delegación no debe ser solamente informal o caprichosa sino
que debe ser fruto de una negociación que desemboque en un pacto con fuerza
jurídica: un reglamento orgánico/estatuto y unos procedimientos de decisión
normalizados, todos ellos exigibles jurídicamente.
·
Ello permitirá
contar con directores públicos dispuestos a
empeñar sus carreras en modernizar y dotar de eficiencia y capacidad de
prestar servicios de calidad a sus respectivas administraciones y dotados de
los instrumentos jurídicos para confrontarse con los políticos, en lo necesario
para defender su autonomía.
·
“Un buen
director publico tiene que estar dispuesto a entrar en conflicto con el
político y saber salir del mismo.” (Frase de un excelente director de urbanismo que nos consta que ha sabido hacerlo ... y le ha funcionado)
·
El aprendizaje
de la dirección pública debería empezar por aprender a dirigir áreas concretas
de la administración, antes de abordar la dirección general.
·
El aprendizaje
de la dirección debería pasar por conocer las bases de la tecnología pública –
derecho, gestión económica y gestión del personal – y las capacidades de
coalición con otras áreas para el
trabajo coordinado, así como los comportamientos directivos para producir más
valor público.
·
El buen director
público es un empresario no un burócrata: arriesga su tiempo y prestigio
profesional y los dineros públicos, por introducir innovaciones que mejoran la
producción de valor público de las instituciones.
·
Sin contar con
unas direcciones públicas, verdaderamente autónomas y profesionales, muchas de
las mejoras técnicas pueden no llegar a término, no producir los resultados
esperados o durar poco tiempo.
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Leer + en el capítulo 5 "La dirección profesional" del Cuaderno de Trabajo nº 14 LA MODERNIZACIÓN DEL GOBIERNO LOCAL. En www.marcoslekuona.net. publicaciones. puede descargarse un resumen del Cuaderno.
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