Una advertencia
preliminar
Esta propuesta de agenda
está elaborada pensando sobre todo en los nuevos gobiernos que se habían
constituido a partir de las elecciones locales y autonómicas de 2.011. Ahora,
creo que puede servir también para que esos mismos gobiernos, evalúen cuál es
su situación con respecto a esta agenda, corrijan en lo que puedan sus puntos débiles
en lo que queda de mandato, o, en su caso, vayan diseñando una estrategia para
recuperar lo que pueden perder en 2.015.
Por la longitud del
texto, lo presento en dos entradas, 1 y 2.
++++++++++++++
Lo que pase dentro de cuatro años, está fraguándose, en buena parte, ahora mismo, cuando se están constituyendo y empiezan a funcionar
los nuevos gobiernos y la dirección de cada administración local/territorial.
Y durante esos cuatro
años pueden pasar cosas como que
·
Una parte de los votantes del gobierno, no se sientan satisfechos con el
nuevo gobierno; sea porque esperaban cosas de él que no estaban en el programa
electoral, sea porque los equilibrios de un gobierno de coalición obligan a una
política que no les satisface; sea porque los recortes en los gastos genera
descontento en ellos.
·
Los partidos oponentes pueden encontrar las maneras de movilizar a sus
abstencionistas, de lo que ya existe experiencia en nuestro país en situaciones
diversas, y más si nuestros errores lo animan.
·
Nuevos votantes y nuevas reivindicaciones de los existentes, plantean
mayores capacidades de respuesta y de construir consensos.
Estas y otras
circunstancias aconsejan que los nuevos gobiernos no olviden que la esencia de la sostenibilidad política radica
en el APRENDIZAJE PERMANENTE.
Algunas de las
preocupaciones más salientes que ahora merece la pena que formen parte de la agenda de aprendizajes de los nuevos
gobiernos, parecen ser ahora:
1. Redirigir la política financiera y fiscal de la Institución local o
territorial.
Ya no se puede dirigir financieramente una institución
pública a partir de una lógica incremental de los ingresos y un reparto de los
gastos en función de la importancia política interna del titular de cada
departamento. Los recursos tendrán que ser asignados a las actividades según la
prioridad que represente el valor
público que generan y el gasto que extraen del presupuesto publico (= monto
de gasto – ingresos propios de la actividad). Y los resultados de los sucesivos
ejercicios presupuestarios deberán asegurar que la diferencia de ingresos y
gastos asegure el ahorro (bruto y
neto) necesario para hacer frente a las amortizaciones de los créditos
contraídos, al menos, O en caso positivo para acometer nuevos servicios o
inversiones por autofinanciación. Y, al mismo tiempo, cumplir los requisitos de
remanente de tesorería y la carga financiera y el indicador de carga financiera
que determina la normativa hacendístical.[1]
2. Encontrar en los presupuestos públicos un instrumento para priorizar con
sensibilidad política y para dirigir con eficiencia su ejecución.
Al menos desde el comienzo de los años 90, la
legislación presupuestaria ha completado un conjunto de normas e instrumentos
para poder llevar a la práctica una gestión publica eficiente. Los planes
financieros a cuatro años, los presupuestos presentados funcionalmente han
permitido visualizar el valor público de
cada una de las actividades ejecutadas por cada institución, como criterio para
una priorización que tenga en cuenta una sensibilidad política.
Experiencias realizadas en cuanto a desarrollar estructuras presupuestarias suficientemente
analíticas (de 200/400 actividades diferentes en municipios pequeños y
medianos), calcular sobre ellas las bases presupuestarias de un ejercicio y su
reducción antes de ampliarlas en el siguiente ejercicio; y priorizar esas
ampliaciones, han demostrado que una voluntad política consciente no tiene
porqué perder votos para mantenerse en la línea de los objetivos de ahorro
necesarios. Priorizar las actividades
que financia un presupuesto analítico. de acuerdo con las prioridades de los
votantes y las de los técnicos y empleados públicos, puede asegurar ahorros
importantes de gastos sin eliminar prestaciones priorizadas por los votantes.
Y, por otra
parte, con el aval de una Norma Presupuestaria de Eficiencia, este tipo de
presupuesto funcional programado por actividades, sirve para asegurar su
ejecución eficiente y congruente con los resultados políticos que se persiguen.[2]
3. No perder de vista a los votantes, ni al partido y la financiación de sus actividades.
Cuando se entra a gobernar no se puede desguarnecer el
partido. Y si esto se ha hecho ya en el mandato anterior, convendrá corregirlo
cuanto antes. Para llegar con fuerza a las próximas elecciones, se necesita
mantener el acompañamiento de los votantes antiguos y conocer quiénes son lo
nuevos que nos votaron esta ocasión, y los nuevos potenciales en la
próxima, para cultivarlos y asegurar que
vamos a ser capaces de responder adecuadamente a sus demandas, que es muy fácil
que no estén en el programa electoral.
Hay una tentación, difícil de resistir, de llevarse a
todos los “buenos” a la institución, y al mismo tiempo, encontrar así una
manera de financiar sus salarios. Pero la experiencia ha venido demostrando que
esto acaba debilitando demasiado al partido, y esta falta de fuerza se paga en
las siguientes elecciones. El partido necesita una buena dirección que no es la
del ayuntamiento, y necesita una financiación – que ahora habrá que buscar en
los votantes en mayor proporción – para
pagar a sus responsables y sus actividades propias.
Y, en la medida, que el número de puestos
institucionales ha crecido, el partido con su gobierno debería asegurar que va
entrenando personas competentes para hacerse cargo de los puestos institucionales (gobierno,
dirección, asesoría) actuales y
previsibles próximamente
[1] No
es difícil dominar las reglas de la gestión financiera pública, a poco que
alguien no se empeñe en oscurecerla. En el cuaderno nº 2 de los Cuadernos de
Trabajo para Cargos Públicos Locales/Territoriales, bajo el título de ENTENDER LA SITUACIÓN
ECONÓMICO-FINANCIERA DE UNA INSTITUCIÓN LOCAL, se recoge una
visión práctica que sería aconsejable dominaran todos los políticos, estén en
el gobierno o en la oposición, así como los especialistas de los medios de
comunicación en la información municipal/ territorial.
[2] EN
Los citados Cuadernos y en sus números 2 y 5, LO SISTEMAS DE GOBIERNO LOCAL:EL
PLAN A 4 AÑOS Y LA
BASE PRESUPUESTARIA POR ACTIVIDADES, y los PRESUPUESTOS Y PROGRAMAS ANUALES, se recoge
una síntesis de las metodologías al respecto, incluida la modificación
periódica reglada de los presupuestos y su programación.
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Estos temas se han tratado en los seminarios "PRACTICAS DE GOBERNANZA EFICAZ2, "ACTIVISMO/LIDERAZGO POLÍTICOS" Y "EL ÚLTIMO AÑO DE MANDATO. CLAVE PARA MEJORAR/NOEMPEORAR RESULTADOS EN 2.015"
Leer + en este mismo blog y en los libros de referencia
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