Una primera premisa es que las coaliciones maduras dominantes deben serlo entre personas, antes que entre grupos o partidos.
Para que se coaliguen así dos o más personas en la cúspide de una
organización , hace falta que se “mezclen/combinen”
dos o más personalidades fuertes, cooperando con valores e intereses compartidos y
una visión compartida de lo que conviene hacer- agenda política-, con la ayuda de un diseño de roles/división
de trabajo que integre estas contribuciones para una voz y un programa de
acción común, dejando a cada uno suficiente espacio para ejercer
responsabilidades personales. En la base de la mezcla, se encuentra la comprensión
compartida de las interdependencias críticas de los miembros y de la
coordinación y ajuste mutuo, el aprendizaje de cómo resolver los desacuerdos y
escuchar y considerar visiones contrarias a la propia, trabajando las
diferencias.
No es ésta una
situación que se dé normalmente en las relaciones jerárquicas de una
organización. Por ello, la mayor parte de las coaliciones que se han
sostenido con éxito, nacen a partir de unas
relaciones personales – familiares, de amistad, de aprendizajes compartidos -
previas durante mucho tiempo que han generado la comprensión mutua y la
confianza.
Cuando la situación se pretende crear entre dos o más personas que no se
conocen y que han de crear las condiciones de la “mezcla” en circunstancias
tensas, de problemas y aprendizajes que hay que afrontar, hay que considerar
como imprescindible dos tipos de catalizadores
de la mezcla, igualmente importantes: el tiempo y la comprensión realista
de los aprendizajes que requiere de ambas partes. La falta de ambos, o de uno de los dos, puede explicar los
fracasos que con tanta frecuencia se dan en estos experimentos.
Cada una de las personas que se pretende que se coaliguen bien, han de aprender a comprender las virtualidades
y limitaciones de sus propios estilos de acción, al mismo tiempo que las de las otras. Esto no suele encontrarse espontáneamente en las organizaciones, sino que
debe provocarse exprofeso.
Y a partir, de esta comprensión adquirir
hábitos mutuos de compartir valores, visiones y actuaciones más que de imponer.
Es fácil declarar que uno está dispuesto a hacer esto y que luego no
sepa hacerlo porque no lo ha aprendido, sino más bien lo contrario
De ahí viene precisamente la necesidad de tiempo, del que en el caso de personas que se han conocido y apreciado anteriormente ya han
dispuesto antes de intentar coaligarse.
No se trata de hacer declaraciones sino de pasar a la práctica de reflexionar sobre las
realidades de las comunicaciones que intercambian los dos o más socios a propósito de
las actuaciones a llevar a cabo y los problemas a resolver. Sobre esta
reflexión es como puede captarse y modificarse los valores, las visiones de lo que hay que hacer, la comprensión mutua de los estilos de actuación de cada uno, y la
confianza que pueden prestarse. La necesidad de tiempo viene exigida porque, para no caer en las declaraciones
abstractas, la reflexión debe hacerse “dando sentido” en común a las
narraciones, anécdotas, eventos que forman el día a día de la coalición, , captados
en un modo de comunicación muy frecuente de los hechos singulares que van acaeciendo,
bien por iniciativa de la propia organización, bien por la necesidad de reaccionar a
incidencias provocadas por el exterior.
Otra necesidad adicional de tiempo, viene demandada por la exigencia
de aprender lo nuevo que cada uno de
los socios tiene que afrontar. A este respecto, es conveniente que ese aprendizaje
se haga conjuntamente, con aportaciones de los específicos puntos fuertes de
cada uno.
Esta disposición importante de tiempo tiene que superponerse a la
ejecución de las tareas personales o conjuntas que la dirección de la institución requiere de cada uno de los socios, en función de la división del trabajo y roles
que se hayan acordado que asume cada uno.
Así se configura un proyecto estratégico de consolidación de la
dirección superior, junto con los demás proyectos de la agenda política, y de desarrollo de las personas y mejora de la
organización.
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Tratamos estas cuestiones en los seminarios "Prácticas de la Gobernanza Eficaz", "Activismo//Liderazgo Politicos" y "El Último Año de Mandato. Clave para Mejorar/No empeorar Resultados en 2.015".
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