Este es un ejemplo de una Federación Regional de Agrupaciones de un partido político
Esta
aproximación de basa, únicamente, en la experiencia en las Agrupaciones de las dos ciudades mayores. Esta experiencia ha permitido identificar un conjunto de malas
prácticas, y aun de valores incorrectos que eliminan la eficacia de la acción
política de los militantes y cuadros, y aun impiden que esta tenga lugar.
El
entrenamiento va dirigido a desaprender las malas prácticas/valores y al mismo
tiempo a aprender las buenas prácticas que tienen que ver con las
conversaciones políticas para coaligar, y la organización de eventos que pueden
dar lugar a ellas.
Esta nota
va a recoger con detalle el contenido de prácticas malas/buenas y la
organización de eventos.
Los
entrenamientos específicos habrá que diseñarlos sobre cada agrupación o unidad
menor, en función de su específica situación.
En lo
posible, en cada una de estas distintas unidades se intentará diseñar una
acción específica de entrenamiento, ligada al proyecto de mejora de resultados
que se pretenden en cada una, asumida por algún equipo de dirección de la
misma.
Dos grandes temas de entrada y que
estarán presentes a lo largo de todas las acciones
Son la
falta de concepción y prácticas de coaligarse,
e igualmente de dirigir.
Coaligarse
y dirigir
A bastantes militantes y dirigentes les
sorprende la palabra “coaligarse”.
De
“dirigir”, cabe decir que apenas hay experiencia de fijarse objetivos de
resultados políticos, definir de antemano la tarea para alcanzarlos y entrenar
a los que deben ejecutarla para obtener mayor eficacia y eficiente en ella.
Ambas
prácticas son necesarias a lo largo de todas las actuaciones y campañas
políticas. Las carencias en ellas pueden arruinar cualquier intento de mejora.
Y el vacío que ahora existe con respecto a ellas, está en la raíz de muchas de
las malas prácticas a desaprender. Muchas veces esas malas prácticas son
maneras incorrectas de cubrir los vacíos de prácticas de coaligarse y de
dirigir.
Se
describen en sendos documentos anexos, las malas/buenas prácticas alrededor de coaligarse y dirigir.
Conversaciones políticas para
coaligarse
La
comunicación unidireccional – discursos, programas, argumentarios, aplausos –
aparta a los votantes del partido.
La
comunicación en dos direcciones – encuentros, escuchar, preguntar, negociar,
comprometer- recompone las redes y el capital social partidario.
Las
decisiones de los votantes se toman en conversación
en un círculo en que debemos estar. Para poder entrar en el círculo de las decisiones
de nuestros votantes tenemos que aprender a conversar, a preguntar antes de decir. Aquí tenemos una mala práctica muy
arraigada.
Si
intentamos dar respuestas antes de entender a fondo lo que nos dicen nuestros
votantes, es fácil que la respuesta sea fácil, pero no eficaz.
Hay que
explorar a nuestros votantes, sin trasmitir la sensación de que ya sabemos lo
que nos van a decir y tenemos preparadas las respuestas. A este respecto
convendrá practicar algún tipo de “averiguación
humilde”
La comunicación
bidireccional se produce mejor en
entrevistas personales que en reuniones. Los compromisos de toman mejor
entre dos personas. Juntar varias personas introduce una complejidad difícil de
manejar, si se pretende una
comunicación de suficiente calidad.
En ambos
casos, es necesario preparar el encuentro – qué se persigue, cómo se
conseguirá. Una reunión debería venir
precedida de encuentros personales necesarios.
Muchas reuniones formales de las que
celebramos, no aportan utilidad práctica. Habría que estudiar cómo aportársela, dado el
consumo de tiempo que significan. Un partido político no puede gastar su tiempo
en “misas”.
Las
conversaciones políticas ahora están requiriendo contenidos, al menos sobre
·
El
presente y el futuro del barrio de cada votante. “El barrio que vivimos” para educar a los votantes en una visión
colectiva de su barrio. “El barrio que
queremos” como expresión del pacto de coalición de los equipos de barrio
del partido, con los líderes de los votantes. Todo ello, en un lenguaje narrativo
y no abstracto.
·
Acción directa en común sobre problemas que deben
resolverse a corto plazo, empoderando a los líderes de los votantes para
movilizar gente por reivindicaciones acalladas hasta ahora. Esta acción en
común, ofrece bases muy sólidas para la coalición con los líderes de los
votantes.
·
Autocrítica. Es mejor reconocer los errores pasados, antes de que te los
echen a la cara. En el contexto de reconocerlos, es más fácil que nos acepten
los aciertos indudables.
Sobre todos
estos puntos, habrá un apéndice que desarrolle las conversaciones para coaligarse
con los votantes y sus líderes. A ello añadiremos un apéndice específico sobre
las conversaciones que deben dar lugar a la dirección consciente entre equipos
del partido.
Organización de eventos que dan
lugar a conversaciones para coaligarse.
Para
facilitar que las conversaciones para coligarse tengan lugar deben producirse
eventos que las faciliten.
Sin
perjuicio de ir diseñado otros más adelante, ahora merece la pena prestar atención
y poner en marcha los siguientes.
·
Identificación de votantes actuales
y potenciales, en
reuniones y entrevistas con los militantes, con los mayores, con miembros de
las asociaciones y con los interventores de mesa en las elecciones. A propósito
de las próximas elecciones europeas, se puede llevar a cabo una campaña de
identificación telefónica, para la que se establecerá un protocolo de contacto
telefónico, y de registro de la información, ligado todo ello, en lo posible
con la campaña electoral.
·
Encuentros de votantes, .como primer paso para actuar de
acuerdo con los votantes. Hay una explicación amplia de este encuentro en los
libros de referencia.
·
Encuentro de la dirección. 10 mesas de 10 personas discuten
sobre lo que les gusta y no les gusta en la ciudad y en el partido, durante
unos 45 minutos, mientras cenan o similar. Portavoces de las 10 mesas lo
exponen a todos. La dirección responde en sintonía. Hay también una explicación
amplia en los libros de referencia. Se trataría de intentar reunir a unas 6.000
personas diferentes, en 60 encuentros, 2 por barrio.
Habrá que
diseñar un procedimiento democrático que permita elaborar unos manifiestos
electorales, que satisfagan a los líderes de barrios, junto a otras visiones de
sistemas generales y sectoriales de la ciudad.
PUESTA EN PRÁCTICA
Todos los temas marcados con negrita
serán objeto de un documento anexo que complete su contenido. En estos momentos se ha preferido
hacer un esquema general para facilitarla visión de conjunto.
Por otro lado,
no se trata de ofrecer un programa standard de formación, sino más bien acordar
criterios para aportar a los grupos de activistas, el entrenamiento que les
sirva para el proyecto de mejora de resultados que estén llevando a cabo, en su
respectivo entorno.
Habría,
pues, que partir con los responsables de equipos de barrio, de evaluar cuáles
son las necesidades que sienten ellos mismos y sus equipos, y acomodar lo
entrenamientos a las circunstancias específicas de sus proyectos. Las malas
prácticas a evitar y las buenas a experimentar.
Una
circunstancia a tomar muy en cuenta, es la de que exista en el equipo alguien
que domina alguna buena práctica, y pudiera servir para entrenar a sus
compañeros. A este respecto, tendremos previsto un módulo rápido para segurar
que pueda hacerlo bien.
Podrán
organizarse sesiones colectivas para distintos equipos siempre que sus
necesidades coincidan y la logística lo permita.
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Leer + en otras entradas de este mismo blog y en www.marcoslekuona.net
SEMINARIOS: Conversando para coaligarse. Escuchar y contar historias. Practicas de Gobernanza Eficaz, Claves de Eficacia de una Campaña Electoral. Como Ganar y no Perder Votantes.
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