A los
efectos de estos apuntes, el análisis político se refiere a cómo se acumula y
distribuye el poder en una organización, el nivel de cooperación y conflicto en
sus interaccionesr y cómo influye esto en la toma de decisiones en la misma,
así como a la proporción de energías gastadas en perseguir metas individuales
de sus miembros o en conseguir las metas comunes acordadas de la organización.
Este
análisis nos permite distinguir tres situaciones que vamos a titular: el “circo político”, la “anarquía organizada” y la “coalición madura dominante”.
Pero esto
debemos hacerlo tomando en cuenta las siguientes precauciones.
Esta
especie de “tipos ideales” no es más que cosificaciones estereotipadas de
procesos de interacción que van teniendo lugar en las historias de las
organizaciones, ni siempre ocurren del mismo modo. Así, hay que contar con que
en una misma organización, pueden coexistir, en diferentes partes de la misma,
situaciones que pueden pertenecer a distinto tipo y -que cada una de esas
situaciones pueden estar evolucionando hacia otra. Esto no llevaría a preferir
una análisis narrativo al análisis categórico que aquí empleamos. A los efectos
del diseño y cambio de organizaciones – y del entrenamiento de los responsables
de los mismos- siempre será preferible el análisis narrativo. Pero esto nos
lleva más lejos del propósito de esta entrada, aunque en algún momento
tendremos que ocuparnos de ello.
Podemos
encontrarnos con CIRCOS POLÍTICOS (término prestado por H.Mintzberg). En estas
situaciones, el poder está repartido (aunque puede ser qur muchos de los
miembros no saben conscientemente qué es esto), ni hay metas comunes, sino más
bien individuales o de grupos de individuos. Las alianzas entre los miembros
suelen ser poco estables.La energía se reparte en perseguir las metas parciales y una
buena parte en los conflictos internos.
No es
verosímil que esta situación se dé en gobiernos de instituciones por motivos
que veremos enseguida. Sí puede observarse en ejecutivas de organizaciones
regionales y locales de partidos, que van aumentando cada vez más su número de
miembros.
La falta de
energía dedicada a las metas comunes – consumida en las batallas internas –
produce que más fácil pierdan- por la abstención/en blanco o el voto a otro partido
- a que ganen votantes. Sin embargo, si las opciones competidoras viven una
situación similar, pueden contribuir a un equilibrio inestable, incluso ligeras
mejoras, situación que puede romper una
formación nueva más capaz de responder a las expectativas del entorno.
En muchas
instituciones nos encontramos con gobiernos de varios partidos, que pueden
nombrarse como ANARQUIAS ORGANIZADAS
(término procedente de los trabajos de M. D. Cohen, J. G. March y J. Olsen,
entre otros). En esta situación existen algunas, pocas, metas comunes que giran
alrededor del empleo de recursos comunes – normas, instalaciones, dinero y
personal. En broma, un profesor decía que “una Universidad no es más que un conjunto de edificios independientes,
unidos por la calefacción”.
En muchos
gobiernos locales de varios partidos, se puede ver unos comportamientos de
coexistir “X ayuntamientos” diferentes alrededor de cada delegación. Casi cada
partido pretende “robarle la cartera” de los votantes a algún socio. Cada uno
cree que esto puede conseguirlo con una buena gestión de lo que hace cada
delegación, para lo que pelea por obtener mayores recursos y mayor exposición
pública.
En la
medida que, con frecuencia, la hipótesis de que es la gestión la que sirve para
ganar y no perder votantes se manifiesta como incorrecta en la realidad, estos
gobiernos corren el riesgo de devolver sus gobiernos a los que lo detentaron
anteriormente.
En algunos
lugares donde un partido o una coalición de partidos – como el Frente Amplio
uruguayo – viene exhibiendo una eficacia a medio plazo, manteniendo las
mayorías que les permiten ocupar el gobierno, podemos observar algunos rasgos
característicos de lo que vamos a llamar una COALICION MADURA DOMINANTE (en
este caso, el término es mío). No es difícil llevar a cabo esta observación en
gobiernos que llevan más de dos o tres mandatos. En nuevos gobiernos, más
fácilmente observaremos una transición entre una anarquía organizada y una
coalición madura dominante.
Los razgos
más salientes de las coaliciones maduras dominantes, vienen a ser:
·
El
alcalde, se considera más el motor de un liderazgo que genera los deseos de
coaligarse de los concejales, que el jefe ejecutivo supremo de la gestión
municipal.
·
Ese
liderazgo, responde a las necesidades de los concejales de dominar su cometido
político – en lo posible liberándolos de tiempo en la gestión por el desarrollo
de la dirección operativa profesional de la administración. Ese cometido
político puede materializarse en concejalías de barrio/territorio, concejalías
de proyectos estratégicos (un PGOU) y papeles de función específica del
gobierno - representación, planificación política, relaciones
internas, formación de los concejales, relaciones externas, coordinación
general.
·
Al
mismo tiempo, el liderazgo político es capaz de generar y comunicar la política
que permita ganar y no perder votantes, “creciendo juntos” a costa de la
abstención o de partidos fuera de la coalición de gobierno. Un buen punto de
partida de esto puede ser compartir y debatir acuerdos alrededor de un mapa
político-electoral del municipio.
·
Este
liderazgo se comporta teniendo en cuenta de que coaligarse no es llegar a un
estado, sino mantener una constante interacción uno a uno y en grupo de sus
componentes, acordando y renovando pactos sobre modos de tratar los desacuerdos
y de tomar decisiones sobre cuestiones comunes. En esta constante interacción
deben tratarse las normales apetencias de los miembros que pueden generar
rivalidades.
Existe una gran cantidad de literatura para leer + sobre estas cuestiones. En Google tecleando los nombres de los autores mencionados, se pueden encontrar muchas referencias tanto de libros como de artículos. En nuestro país falta mucha reflexión sobre las organizaciones públicas tanto partidarias como institucionales. Quien esté interesado por mejorarlas haría bien intentar crearse su propio esquema conceptual para un buen análisis, diseño y cambio de las mismas.
El concepto de COALICION MADURA DOMINANTE se desarrolla ampliamente, entre otras fuetes, en el seminario PRACTICAS DE GOBIERNANZA EFICAZ.
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