Las estructuras organizativa generan eficacia y eficiencia, cuando se diseñan e implantan atendiendo por una parte, a los resultados a conseguir y las tareas para lograrlos, y, por otra, las motivaciones y aprendizajes de las personas que los asumen. En nuestro caso, resultados y tareas son ampliamente dejados de lado, y priman criterios de lealtades personales y de presiones corporativas.
Esta y algunas entradas posteriores, van a proponer la aproximación para dotar a nuestras instituciones públicas - políticas y administrativas - de unas estructuras organizativas que fomenten la legalidad, la eficacia y eficiencia de ellas.
Analiticamente, vamos a diferenciar la estructura de la organización de la política - los gobiernos -, de la organización de la administración. A partir de ello, trataremos de cómo integrar ambos niveles, a través del desarrollo de una dirección política profesional y autónoma.
Tareas y estructura política
¿Si
los concejales de un gobierno no dedicaran su tiempo a dirigir la
administración municipal y al día a día administrativo de la misma, tendrían
tareas para justificar el empleo de su tiempo? Sin ninguna duda.
El liderazgo del gobierno viene
condicionado por las relaciones que es capaz de establecer con los ciudadanos,
con los otros Grupos Políticos, con la Administración , con
otras Administraciones y Organizaciones, y, no menos importante, las relaciones
que establece entre sus propios miembros. Estas relaciones deben conseguir una
ejecución de los procesos políticos locales, de
modo que se asegure la coalición de una mayoría de votantes. Por ello, la
especial importancia de asegurar una relación muy activa con la comunidad
local, sus grupos de interés y líderes de opinión.
La activación de los procesos
políticos locales requiere la asunción por parte de los componentes del
gobierno, un conjunto de tareas, que pueden ser llamadas por ello tareas
políticas”
Obtener una evaluación de la
actuación municipal desde los ciudadanos.
Identificar y priorizar
necesidades de grupos de ciudadanos.
Comunicar, persuadir y educar
al ciudadano.
Intervenir, apoyando, en los
procesos de formación y funcionamiento de las asociaciones sociales.
Identificar y cultivar
líderes de opinión.
Conocer la estructura
económica y social de la ciudad y su evolución.
Elaborar y debatir hipótesis
acerca de la relación entre comportamiento de voto, actitudes políticas de los
electores, identificación ideológica, visualización de los beneficios de los
servicios / proyectos municipales, trabajo favorable de los políticos.
Identificar segmentos de electores diferentes.
Diagnosticar problemas
públicos con los demás miembros del gobierno.
Esforzarse por construir
visiones colectivas de la realidad de la vida política local, sumando las
visiones propias con las de otros, a través de reuniones.
Participar en el trabajo
colectivo de decidir: proyectos, programas, presupuestos, planes y normas.
Priorizar actuaciones en función del interés político.
Obtener con la ayuda de los
técnicos y directores correspondientes, objetivos operativos de actuaciones
para el logro de las metas políticas del gobierno.
Elaborar propuestas de
proyectos estratégicos para despejar incertidumbres / conflictos sobre metas /
tecnologías.
Coordinar, jerarquizar y
establecer una cierta estructura entre diferentes especialistas / técnicas para
obtener las metas de un proyecto estratégico.
Conocer y evaluar los
resultados obtenidos por servicios / programas y proponer las correcciones
oportunas, bien en objetivos o en el modo de ejecución.
Conocer en lo necesario la
tecnología pública municipal: aplicación del derecho, gestión
económico-financiera, gestión de la función pública.
Asegurar que los compañeros
de gobierno tienen la información necesaria de lo que sucede en la institución.
Entrenar a nuevos compañeros
en las tareas políticas.
Detectar conflictos y hacer
para mantener la coalición interna del gobierno.
Asegurar la coalición con
otras Administraciones y entidades externas.
Esta lista de tareas políticas
se ha obtenido en un seminario con
varios concejales y analistas de política de un gobierno local, no puede
considerarse exhaustiva. Sirve para visualizar la gran cantidad de trabajo que implica una buena activación de los
procesos políticos locales.
En la práctica actual se puede
observar poco desarrollo de las tareas que implican relación con los ciudadanos
y trabajo colectivo de los miembros del gobierno en la definición de las
políticas, así como en la evaluación de lo realizado. Un mayor desarrollo de
las tareas políticas se puede materializar en un cambio en las pautas de empleo del tiempo de los cargos elegidos del
gobierno. Este cambio implica la dedicación de más tiempo a las tareas que tienen que ver con la relación
con los ciudadanos y las tareas de elaboración, decisión y evaluación colectiva
de políticas, normas, planes, proyectos, programas y presupuestos.
Si a
estas tareas, sumamos las que los concejales deberían asumir como miembros
cualificados de su partido en el logro de la coalición con sus votantes y la
tareas, mencionadas en la lista anterior que tienen que ver con el
mantenimiento de la coalición interior del gobierno – muy descuidadas con
frecuencia – y la cooperación interadministrativa – naturales en un estado
compuesto como el nuestro- cabe concluir que es posible ocupar todo el tiempo de todos los concejales del gobierno –
y de la oposición- con tareas políticas. Y que la modernización política del régimen local depende más de este cambio que den ningún otro
Una estructura de organización multidimensional para la política
Considerando la naturaleza de las tareas políticas que hemos listado más arriba, fácilmente se deduce nos es posible responder a sus exigencias con una estructura en dos dimensiones, como es lo corriente.
Vamos a tratar, en una próxima entrada, como mejorar la situación actual, incorporando unas estructuras organizativas en varias dimensiones. Y en cómo incorporar a las estructuras funcionales actuales, una dimensión territorial, una dimensión por beneficiarios/ prestatarios de los servicios, una dimensión divisional por prestaciones, y una dimensión de roles/funciones necesarias para asegurar la integración del conjunto. Veremos también cómo esta multidimensionalidad favorece aprovechar las motivaciones y aprendizajes de los actores.
Y para incorporar la consideración de la naturaleza de las tareas políticas, vamos es estudiar la consideración del trabajo político como trabajo por proyectos y la organización por proyectos estatégicos.
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Leer + en ese mismo blog, y en los Cuadernos de Trabajo para Cargos Públicos y sus Asesores, nº 14 y 16, "La modernización del gobierno local" y "Del marketing político a la gobernanza eficaz" (Resúmenes de estos cuadernos se encuentran en www.marcoslekuona.net)
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