Los partidos políticos no
tienen doctrina sobre las comunidades de
votantes. Una red partidaria tiene sus nódulos de base en esas comunidades
creadas sobre los encuentros de votantes
actuales y potenciales, identificados y convocados por los activistas. A
través de los encuentros, se van decantando los valores, intereses y cuestiones
significativas, asi como los lideres de opinión y los lideres sociales que
pueden ir movilizando a los votantes en la consecución de prestaciones sociales
y publicas que mejoran su calidad de vida.
Los activistas acompañan a los votantes y sus
lideres, prestándoles servicios políticos – encuentros,
información y formación que contribuyen a que tomen sus decisiones políticas.
De estos servicios los mas relevantes , son los trabajos conjuntos
lideres/activistas en proyectos de conseguir prestaciones que mejoran la
calidad de vida de los votantes. En la medida que el activista aporta recursos
institucionales u otros fuera del alcance de los lideres y, al mismo tiempo cuida de
empoderar a estos lideres, de modo que se potencie su liderazgo, esta constituyéndose
una coalición que permitirá acordar como “crecer
juntos”
No es difícil observar
algo parecido a esto en aquellos “casos desviados”, municipios en que un mismo
partido mantiene el dominio institucional durante un buen numero de mandatos,
unas veces con un mismo alcalde al frente, o aun mas habiendolo relevado una o
varias veces. Pero, sin embargo, estas experiencia no entran en la doctrina oficial
de los partidos y menos en sus esfuerzos de adoctrinamiento.
Por el contrario, los
partidos practican un marketing político orientado a la venta que asigna a los
electores un papel de consumidores pasivos y a los militantes el de “soldaditos
burocraticos” para tareas subalternas y, en todo caso, de asistentes molestos
en las decisiones.
Esta orientación ha venido
generando desafección politica de votantes y militantes, y una proporción de
“voto suelto” que amenaza la estabilidad de los resultados políticos.
Una parte de la
desafección política de los militantes viene de compotamientos de cuadros y
direcciones que marginan, cuando no persiguen, las practicas de activistas de
constituir comunidades de votantes e ir generando una política de abajo arriba,
tal y como se describe en el comienzo de esta entrada, en la entrada anterior,
“El activista aprendiendo a autogobernarse” y en la entrada en Facebook de Dany
Adell, que origina estas tres entradas.
Afortunadamente, parece
que empieza a manifestarse entre bastantes cuadros y dirigentes, la opinión de
que es preferible ensayar nuevos caminos de dirección que, a la vez, empoderen
a los militantes y contribuyan a sostener/ mejorar resultados políticos.
Para aquellos que
pretenden explorar esos nuevos caminos en serio, mas alla de reclamos
electorales, las guias que ofrece esta entrada pueden ser de utilidad para la
reflexión de ir construyendo su propio
camino.
Aquí, vamos resumirlas de
un modo esquematico,y las desarrollaremos de modo extensivo en sucesivas
entradas.
Los activistas son voluntarios que adquieren un compromiso
intimo en no perder/ganar votantes. Es inútil pretender generarlo con
consignas, resoluciones o recomendaciones. La manera mas segura de influir en ello,
es que los propios cuadros y dirigentes empiecen a hacer el trabajo de
activista en sus secciones electorales acompañados por los militantes que se
presten sinceramente a ello, y los voluntarios que surgen de los votantes que
se van identificando. Esto servirá como ejemplo estimulante y, no menos
importante, para saber como es la tarea nueva para saber dirigirla.
1. Ponerse
de acuerdo con activistas que saben hacer este trabajo, dándoles el papel que
les corresponde y asignándoles el entrenamiento de otros activistas. Probablemente,
será oportuno brindarles entrenamiento como entrenadores.
2. Hay
que contar con una arquitectura organizativa ordenada por secciones electorales
(1000 electores) y barrios (10
secciones). Todo activista, incluidos los cuadros y dirigentes, estaran asignados
a uno de ellos, a los que referirán su actividad.
3. Los
resultados globales de votantes, donantes y voluntarios deben ser desglosados
por dirigentes y cuadros en secciones electorales y barrios. Y el dialogo con
los equipos de unas y otros tendra como eje vertebrador la negociación entre
los compromisos de resultados por parte de los equipos a cambio de ayudas que
los dirigentes prestaran.
4. Las
reuniones de trabajo colectivo _asambleas, ejecutivas, grupos de trabajo – se dedicaran
a evaluar y programar la consecución de los objetivos abandonando las “misas
conventuales”. Se estimularan, para
ello, los diálogos sobre valores /practicas.
5. Estimular
la adopción de planes estrategicos por cada barrio, con participación de los
lideres de opinión (un 10% de los votantes).
6. Cuando
el municipio tenga mas de un barrio, siempre cuando tenga mas de 10/15000 electores,
habrá que inventar reglas democráticas de decisión para armonizar los intereses
de los barrios y la contribución de sistemas generales, resistiendo la tentación
de hacerlo de arriba abajo.
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Leer+en las entradas anteriores y en otras de esta blog.
Y en la documentacion del curso del mismo titulo
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