UNA
COLECCIÓN DE EJEMPLOS DE EJERCICIOS EN ENTRENAMIENTO PARA DIRIGIR
Naturalmente,
las situaciones en que pueden encontrarse las diferentes instituciones públicas
y organizaciones políticas son tan diversas que no es posible pautar las operaciones
de entrenamiento de un modo general.
Aquí,
pues, nos limitaremos a señalar algunas prácticas que pueden ser objeto de
entrenamiento, y que en cada realidad se agruparán/organizarán de un modo
particular.
De un
modo convencional, vamos a presentar estas prácticas en tres ámbitos:
·
Dirigir
la coalición entre el partido y el gobierno/grupo municipal
·
Dirigir
la coalición entre los partidos que forman el gobierno.
·
Dirigir
la coalición entre el gobierno y la administración.
Las
prácticas que aquí reseñan lo van a ser
de un modo esquemático para evitar hacer un documento demasiado largo. En mi
blog, insertaré algunas entradas que amplían el tratamiento de algunas.
Partido y
gobierno/grupo municipal
No perder de vista
a los votantes, ni al partido y la
financiación de sus actividades.
Cuando se entra a gobernar no se puede
desguarnecer el partido. Y si esto se ha hecho ya en el mandato anterior,
convendrá corregirlo cuanto antes. Para llegar con fuerza a las próximas
elecciones, se necesita mantener el acompañamiento de los votantes antiguos y
conocer quiénes son lo nuevos que nos votaron esta ocasión, y los nuevos
potenciales en la próxima, para
cultivarlos y asegurar que vamos a ser capaces de responder adecuadamente a sus
demandas, que es muy fácil que no estén en el programa electoral.
Hay una tentación, difícil de resistir, de
llevarse a todos los “buenos” a la institución, y al mismo tiempo, encontrar
así una manera de financiar sus salarios. Pero la experiencia ha venido
demostrando que esto acaba debilitando demasiado al partido, y esta falta de
fuerza se paga en las siguientes elecciones. El partido necesita una buena
dirección que no es la del ayuntamiento, y necesita una financiación – que
ahora habrá que buscar en los votantes
en mayor medida – para pagar a
sus responsables y sus actividades propias.
Y, en la
medida, que el número de puestos institucionales ha crecido, el partido con su
gobierno debería asegurar que va entrenando personas competentes para hacerse
cargo de los puestos institucionales (gobierno,
dirección, asesoría) actuales y previsibles próximamente.
Todo esto, se
podrá ir llevando a cabo si se consigue dirigir las relaciones entre el partido y el grupo municipal/ gobierno
de modo que se apoyen mutuamente en sus respectivos cometidos. No quiere
esto decir que no vayan a existir conflictos
entre ellos, sino que los que dirigen sean capaces de encauzarlos de modo productivo, en orden a aumentar/mantener los
resultados de votantes, donantes y voluntarios.
Pueden concebirse,
al respecto, entrenamientos alrededor de:
·
La elaboración
y seguimiento de un Plan Político del
Mandato, con el objetivo de aumentar/mantener los votantes, donantes y
voluntarios con vistas a las elecciones de 2.019. En esto pueden participar además
de los ejecutivos del partido y los concejales, líderes de opinión de los
votantes, y activistas por barrios.
·
La elaboración
de la Agenda Política, y la
organización de los grupos de proyecto
estratégico que se deriven de ella. En ellos, no sólo participarán miembros
del gobierno y la administración municipal, sino también activistas y lideres
de opinión, afectados/interesados por los proyectos.
·
La constitución
y animación de la red partidaria – activistas y líderes de opinión – en lo que
deben tener un papel los cargos públicos y asesores, además de los ejecutivos
del partido. (Hemos hecho una entrada sobre este tema en mi blog www.marcoslekuona1.blogspot.com,
con el título “Un ejemplo de ejercicios de entrenamiento para la práctica
política en la organización local de un partido)
·
La financiación
del partido desde los votantes. (Con este mismo título hay una reciente entrada
en mi blog)
·
La campaña
electoral, como etapa final del Plan de Mandato, en la que se tratará integrar
la acción del gobierno/grupo municipal y
del partido, evitando las tentaciones de las campañas solo mediáticas sobre el
candidato.
Los partidos que
forman un gobierno
Asegurarse
que no hay que pagar en el futuro el coste de una coalición mal constituida y/ o mal gestionada.(=entender la
gobernanza plural)
En la última legislatura se han dado muchas quejas
sobre los gobiernos de coalición. Estas quejas tienen que ver con que la preparación y gestión de las mismas
coaliciones no se han llevado a cabo de un modo suficientemente cuidadoso.
De entrada, es interesante llamar la atención sobre
que no puede darse una coalición suficientemente madura, entre unos partidos
que estén pensando en crecer a costa de los votos de los otros coaligados.
Hacer un pacto de cómo “crecer juntos” – que es lo que significa coaligarse –
debería basarse en un estudio conjunto de los mapas electorales y de acuerdos
sobre estrategias electorales que impliquen los menores conflictos entre los
coaligados, y, en todo caso, que el tratamiento de estos conflictos se acuerde
de antemano. Hay todavía muchos votos a conquistar entre los abstencionistas de
unos y de otros, sin necesidad de crecer sólo a costa de un coaligado./
Precisamente, en segundo lugar, la organización de
un gobierno, sea de coalición o no, debería asegurar que los concejales tienen
tiempo para conquistar esos votos. Votos, que no se van a conseguir por hacer
una buena gestión de un área municipal, sino trabajando, en coordinación con el
colectivo del partido, identificando a los votantes actuales y potenciales y
acompañándolos y prestándoles servicios políticos, entre ellos ,ayudarles a
priorizar sus intereses y responder a los mismos.
Para tener tiempo con el que trabajar políticamente,
ningún concejal debe asumir la gestión de un área, sino que debe contar con un
director profesional que la asuma bajo las directrices políticas del gobierno.
Cabe también pensar en puestos de vicepresidente y político sin cartera o con la encomienda de
un proyecto específico importante. Uno podría ser obtener un consenso de los
ciudadanos sobre el futuro desarrollo del municipio/territorio, de acuerdo con
las reglas del urbanismo de consenso.
Todas estas cuestiones, junto con los recursos para
asesores, forman parte del pacto de coalición. La negociación de la coalición, sin embargo, no
puede limitarse a enunciar un programa conjunto y repartirse las concejalías y
un número de puestos retribuidos.
Una buena preparación de esta negociación, requiere
pensar de antemano y luego negociar algunas cosas más importantes:
ü Definir de antemano los temas en los que no se está de acuerdo y qué
comportamientos en estos casos no son contrarios a la coalición. Estas reglas
deben hacerse públicas junto al acuerdo de la coalición.
ü Las Concejalías no pueden estar encapsuladas. Hay demasiados temas
transversales que no permiten que ciertas decisiones sean competencia exclusiva
de una departamento. Estos temas deben identificarse y establecer reglas para
las decisiones que tienen que ver con ellos. Por otro lado, no hay que olvidar
que un miembro de un gobierno de coalición puede arrogarse el mérito de toda la
acción de gobierno que favorezca a sus votantes, ya que la coalición es la que
ha permitido sacar esas cosas adelante. Es tonto dejar que el
alcalde/presidente capitalice toda la
acción del gobierno y sus socios sólo aquello que gestionan directamente.
Porque en cambio, recibimos la reacción negativa de nuestros votantes, por las
acciones de nuestro socio, disonantes con nuestras propuestas o ideología.
ü Diferenciar los temas que se saben cómo llevar a cabo, de aquellos que
contienen tantas incógnitas/conflictos que deberían ser objeto de un
tratamiento conjunto por todos los miembros de la coalición antes de convertirse
en un programa operativo de un Area. Un grupo de proyecto estratégico que
llevara a cabo esta operación , debería estar formado por miembros de todos los
partidos, así como por expertos y representantes de grupos de interés
ü Unas reglas de juego simples y claras deben establecer cómo se toman
ciertas decisiones relevantes para todos, como las presupuestarias – incluida
la transparencia que permita que todos comprendan los presupuestos- y los
nombramientos de cargos y cómo se usan los medios públicos de información –
encuestas - y comunicación – TV, radio y
periódicos municipal y el acceso a los medios privados, de modo que nadie saque
una ventaja indebida.
Un aspecto que, en todo caso, no deberá faltar es
acordar cómo se tratarán los conflictos que, necesariamente, van a surgir. Un
grupo formado por miembros de los partidos que forman la coalición, con
características e inclinaciones como mediadores (“brokers”) debería ser un
órgano permanente, con la misión de resolver productivamente estos conflictos.
Conseguir una coalición de “crecer juntos” es
posible si los actores se entrenan en conversar para coaligarse y se preparan
soluciones con tiempo a estas cuestiones que, de no hacerlo, pueden arruinar el
potencial que dan los votos y los concejales.
En cada institución, el proyecto de constituir y
mantener la coalición del gobierno, debe figurar como uno de los proyectos
importantes, y dedicar el tiempo y demás recursos que necesita para entrenarse
en tomar y ejecutar buenas decisiones.
Gobierno/administración
Para que los cargos públicos tengan el tiempo para
dedicarlo constituir sus coaliciones internas y externas, elaborando una
política que las mantenga, necesitan descargar
la gestión del día a día técnico y administrativo en una administración
profesional y eficiente, capaz de prestar servicios de calidad, en el marco de
los recursos presupuestarios.
Un gobierno que se proponga lograr esto, necesita aumentar
su poder organizativo, poniendo en marcha sistemas, normas y acuerdos que
conducen al
·
Control
y dominio del equilibrio económico financiero;
·
Control
y dominio de las decisiones y el procedimiento administrativo;
·
Control
y evaluación de las actividades.
Los proyectos que ponen en práctica las reglas y sistemas
implicarán a miembros del gobierno y de la oposición y a empleados públicos que
ocupen posiciones directivas.y técnicas. Un ejemplo de ello lo hemos
desarrollado al tratar del “dominio y control de la tarea” en la segunda parte
de este documento. A este mismo tenor, de desarrollarán proyectos para poner en
práctica un reglamento orgánico y demás normativa interna – procedimientos,
contratación, personal, eficacia/eficiencia…).
Los miembros del gobierno podrían visualizar otras formas
de organización política, previstas en la legislación aunque poco practicadas,
de modo que su labor no se circunscriba a impulsar y supervisar políticamente
un área municipal, sino que pueda incluir, la dirección política de un barrio,
o de un proyecto estratégico, o unas funciones políticas – representación,
movilización y participación ciudadanas; elaboración de políticas, estrategias
y planes encaminados a responder por la acción municipal a intereses públicos; mantener la coalición y
asegurar las relaciones internas del gobierno; fomentar los aprendizajes de los
concejales; dirigir y coordinar el conjunto del funcionamiento del gobierno y
dirigir superiormente los programas de actuación.
El proceso así comenzado se puede
consolidar, cuando se produzca una coalición del gobierno con los técnicos que
están dispuestos a asumir una dirección profesional de la Administración Local.
En esta coalición se intercambia la autonomía de los directores, otorgada por
los cargos electos, a cambio de la lealtad democrática de los directores en
apoyo del gobierno.
El instrumento, más o menos formal, de la coalición
será un PACTO GOBIERNO / ADMINISTRACIÓN,
al que no es fácil de llegar y requiere compromisos de ambas partes, y un
esfuerzo importante para crear la condiciones y la coalición madura dominante
que asegure el éxito del cambio propuesto. Estas condiciones y coaliciones
están dificultadas por los temores que suscita en ambas partes, el ejercicio de
una jerarquía ejecutiva.
Por parte de los cargos electos, se hace necesario
que lleguen a un acuerdo respaldado por una mayoría muy
cualificada de sus miembros, en asumir una dirección política
colegiada y desterrar las luchas internas de parejas político / técnico. En
cambio, dedicar tiempo del Alcalde / Presidente o Delegado en su nombre que
pacte con los demás grupos políticos la nueva estructura y funcionamiento
organizativo de la Administración Local, con seguridad de neutralidad
partidaria.
Por parte de los técnicos, su transición hasta
convertirse en directores, está cuajada de impedimentos, que requieren
conseguir una visión más completa del conjunto de la Administración Local por
parte de esos técnicos, aumentar su capacidad de coaligarse entre sí, de
abordar temas en equipo y de pactar reglas del juego.
Cuando el número de personas implicadas en el Proyecto
es suficiente para que el resultado no se quede en un cambio de palabras,
recogido en un decreto apresurado que se
olvida pronto en la práctica, puede considerarse que se está poniendo en marcha
el proceso de desarrollar la dirección profesional. Este Proyecto puede tener
tres ejes principales componentes:
▲
El desarrollo organizativo de
·
nuevas
estructuras: la cúspide
jerárquica, las direcciones de áreas, las jefaturas intermedias e inmediatas,
los órganos de análisis y diseño / evaluación;
·
nuevos sistemas: de control, de eficiencia, de calidad.
▲
Una política de personal, basada en el sistema de mérito que resuelva cuestiones
como:
·
Las diferencias de
retribuciones entre técnicos y directores.
·
La normalización de
la gestión de selección, provisión de puestos, gestión de plantillas,
valoración y retribución de puestos, en negociación directores / representantes
de los trabajadores, en el marco de la política presupuestaria.
▲
Una actividad formativa permanente, que cree una carrera administrativa, entre los diferentes
niveles de dirección y de jefatura, que se base en un entrenamiento práctico de
los nuevos comportamientos ejecutivos y que cree cultura de servicio interno a
los técnicos, que no ocupen posiciones directivas.
Los proyectos que se diseñen sobre estas realidades,
requieren incorporar en su desarrollo
una acción fuerte de entrenamiento, dado que existen muchos hábitos que
se oponen a esta forma de funcionar.
EL
PROYECTO DE PROYECTOS
Aunque no podamos dedicarle aquí el espacio que merece, sí
apuntamos la tendencia reciente a considerar que un gobierno dirige un proyecto
global compuesto por muchos proyectos específicos y el soporte de ciertas
reglas y sistemas que regulan lo normalizable, equilibrando los propósitos con los recursos disponibles. Pero de esto, y de las
propuestas del maestro Stafford Beer sobre estructuras y sistemas de organización
inteligentes trataremos en otra ocasión.
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Leer + en otras entradas de este blog y en www.marcoslekuona.net
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Seminarios para profundizar: PRACTICAS DE GOBERNANZA EFICAZ; ACTIVISMO/LIDERAZGO POLÍTICO; CONVERSANDO PARACOALIGARSE;LOS PRESUPUESTOS PUBLICOS COMO INSTRUMENTO DE GOBIERNO Y DIRECCIÓN; DIRIGIR BIEN REQUIERE HACER POLÍTICA Y HACER BUENA POLÍTICA REQUIERE DIRIGIR; LA DIRECCION PUBLICA PROFESIONAL Y AUTÓNOMA;
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