Dirigir en la política local
En la
política local se entrecruzan varios ámbitos para dirigir:
·
El
partido, su ejecutiva y sus activistas, coaligándose con los líderes de opinión
de los votantes.
·
El
gobierno en coalición con los partidos que lo integran.
·
La
administración y sus directivos.
Los
políticos pueden ocupar posiciones que impliquen dirigir el conjunto de los
ámbitos, o sólo alguno de ellos, o no dirigir la organización sino limitarse a
sacar adelante un empeño concreto.
De hecho,
podemos afirmar que el pobre desarrollo de las organizaciones de la política
local, se debe en gran parte a que la mayoría de los actores prestan más
interés a producir prestaciones concretas puntuales que a hacer eficaces de un
modo sostenible a sus organizaciones, tanto partidos como instituciones.
A la hora
de plantear los aprendizajes para aprender a dirigir tendremos que estudiar qué
tipo de aprendizajes podría interesar a los diferentes tipos de políticos y
cuales serían específicos para los que asumen – o convendría que asumieran-
dirigir todos los ámbitos.
La política como una tarea de
proyecto
La
política no es una actividad regular, como un trabajo administrativo más o
menos normalizado.
La
política debiera ocuparse de aquellas cuestiones que, por la incógnitas/conflictos
que contienen en sus metas y/o modos de lograrlas, requiere para su tratamiento
no sólo competencia técnica sino también la máxima legitimidad y asunción de
riesgo. En nuestro país, hay cuestiones políticas no resueltas por falta de
tiempo dedicado por los políticos a estas cuestiones, y en cambio mucho tiempo
dedicado a la gestión de asuntos que no entran en esta categoría de cuestiones.
Cuando el
trabajo que llevan a cabo los políticos se puede normalizar y hacer regular,
será lógico que los políticos lleven a cabo, normalizando las decisiones y los
procedimientos, el pase de este a la administración a través de sus directores.
Este tipo
de trabajo singular, colectivo y no repetitivo que es la política, es del tipo
de lo que se conoce como procesos de
proyecto, a diferencia de los procesos regulares.
Aprender
la gestión del trabajo por proyectos podría ser un aprendizaje de base para
todos los políticos locales, sea cual sea la implicación que tenga en
dirigir/no dirigir la organización. Cualquiera puede tener interés en conseguir
que su empeño vaya adelante. Y los métodos de gestión de proyectos están
concebidos para ayudar a ello.
Los
proyectos en el mundo público pueden ser operativos o estratégicos, en función
de la cantidad de incógnitas/ conflictos que contengan. Con un tronco común,
las metodologías de ambas clases de proyectos presentan ciertas diferencias, si
bien, todas no son difíciles de aprender.
Organización Política para
conseguir resultados
La
función de los que dirigen hoy difícilmente se justifica sino en términos de
conseguir unos ciertos resultados de valor público – por supuesto, no sólo
materiales, pero sí apreciables por los públicos.
Esto
diferenciaría a una organización política sana, de aquellas otras que no pasen
de ser un club campestre o una organización mafiosa al servicio de sus
miembros.
Dirigir
para hacer una organización que consigue resultados pasa por: compartir una
visión de la realidad incluidos los intereses de los actores y las metas
colectivas, definir y diseñar la tarea eficaz para alcanzar las metas, entrenar
a los actores en la práctica eficiente de la parte de la tarea que les
corresponde.
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Leer + en www.marcoslekuona.net/Noticias/Innovando en la manera de dirigir. Ejercicios entrenamiento nuevas maneras de dirigir; y en varias entradas de este blog.
En la Jornada PRACTICAS DE GOBERNANZA EFICAZ se proponen caminos para entrenarse en dirigir tanto para políticos - y en este caso también podemos hablar de gobernar - como para directores profesionales.
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