Dirigir. ¿Qué es dirigir una
organización y como se aprende a hacerlo?[1]
1.- No es
una ciencia ni una profesión, es una práctica
que se aprende primordialmente a través de la experiencia y que está
enraizada en el contexto.
Dirigir
puede verse situada dentro de un triangulo donde se encuentran el oficio, el
arte y el uso de la ciencia.
Pon
juntos una buena cantidad de oficio con el toque correcto de arte, al lado de
algún uso de la ciencia, y acabas en un trabajo que es sobre todo una práctica. No hay un modo mejor de dirigir, depende de la situación.
Efectivamente,
las organizaciones atraviesan por situaciones que requieren diferentes
prácticas de dirección. Estas situaciones vienen generadas tanto por la
transformación global que vivimos, como por el propio ciclo de vida de la
organización, y el ciclo vital y la carrera de sus actores.
2.- Merece
la pena añadir una nota para situar
mejor su naturaleza. Dirigir esta lleno de enigmas, paradojas o dilemas.
Cada camino que un director encuentra parece que tiene al acecho alguna paradoja
o enigma: cuestiones sobre la dirección que surgen de tiempo en tiempo, una y
otra vez en las organizaciones. Permanecen porque están enraizadas en un
conjunto de enigmas que son básicos para dirigir – preocupaciones que no pueden
resolverse. En palabras de Chester Barnard, un escrito y director público americano,
es precisamente la función del ejecutivo:
reconciliar fuerzas, instintos, intereses, condiciones e ideales en conflicto. Nótese
el uso de la palabra RECONCILIAR, no resolver. Dirigir no es pasear por el
alambre de un circo, sino moverse a través de un espacio multidimensional en
todo tipo de alambres. Estas paradojas y apuros, laberintos y acertijos, están
dentro del trabajo de dirigir – ellos son dirigir y ahí permanecerán. Pueden
ser aliviados pero nunca eliminados, reconciliados pero nunca resueltos.
Dirigir
depende, sobre todo, de encontrar el
gusto a jugar permanentemente con ellos. Si no se encuentra ese gusto, o se ha
perdido, es mejor no pretender dirigir.
3.- El
aprendizaje de la práctica de dirigir apropiada a cada situación, requiere el
mantenimiento de un ejercicio de reflexión/aprendizaje sobre la práctica y de atención
a las propias reflexiones y a las de otros, que pueden estar indicando el
futuro emergente. Dirigir se aprende dirigiendo y reflexionando sobre ello,
cuando uno tiene el gusto por ello y pone mucho empeño en lograrlo.
Dirigir
bien en cada situación por la que se puede pasar requiere, no tanto tener un repertorio de conocimientos y comportamientos
aprendidos de una vez para siempre, sino ser capaz de aprender – y desaprender-en
cada momento lo que la situación concreta demande. El arte de dirigir se va
a desarrollar experimentando sobre la propia práctica. Y lo que favorece este
aprendizaje es aprender a aprender prácticas. Este aprender a aprender se va a
desarrollar a impulsos de ensayos (banda/orquesta), entrenamientos (equipo
deportivo) hasta ser capaz de reflexionar mientras se actúa en pocos segundos.
Cada
organización puede ganar estableciendo unos Ejercicios que pauten los
entrenamientos o ensayos para el momento de la acción decisiva, tanto
individual como colectiva.
[1] Este apartado utiliza
ideas y textos del libro MANAGING (2.009) del profesor canadiense Henry
Mintzberg, editado por Berret- Koehler, San Francisco, CAL.
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Leer + en www.marcoslekuona.net/Innovaciones en la manera de dirigir.
Enla Jornada PRACTICAS DE GOBERNANZA EFICAZ se estudia como abordar el entrenamiento en dirigir tanto de políticos como de directores profesionales.
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