Fase de Concepción Estratégica
En esta fase, se ha de lograr el acuerdo sobre el(los)
problema(s) a resolver y la solución a proporcionar, asegurando la suficiente
satisfacción de los intereses en presencia, como para considerar logrado el
objeto del proyecto, y confirmando la existencia de recursos suficientes para
ejecutarlo en tiempo y forma. Como consecuencia de ella ha de quedar claro el
objeto a producir (qué / para quién) y
la satisfacción de los interesados, y diagnosticados inicialmente los problemas
de puesta en práctica. Con respecto a estos últimos, en esta fase debe
decidirse acerca de si la necesidad a satisfacer se hará por la vía de un
servicio público o a través del mercado.
Siguiendo el diseño concreto que se habrá determinado en
la etapa anterior, en esta fase se progresará en las etapas 3, 4 y 5 de la
técnica de la planificación basada en
los intereses. En cada una de ellas se tendrán en cuenta los tres empujes
más arriba indicados: aprendizaje compartido, acción diagnóstico y análisis
formal. Efectivamente, en esta fase, es donde las metodologías derivadas
de la lógica política son más relevantes.
La dirección del grupo debe contar con la capacidad de ir
generando en los participantes el mínimo de aprendizaje compartido de la
realidad que permita una buena identificación de las perspectivas individuales
y la negociación y pacto sobre un mínimo común en base al que edificar el
objeto del proyecto.
A este respecto presentamos a continuación tres métodos
basados en las guías de acción que más arriba hemos apuntado como parte de los
procesos políticos en un mundo ambiguo.
Aunque es fácil estar de acuerdo con la conveniencia de
buscar y conocer bien las perspectivas individuales de los participantes, es,
también con frecuencia, difícil llevarla a la práctica. Las perspectivas
alternativas pueden oscurecer una situación ya compleja de antemano. La
petición de opinión puede incrementar el interés de los participantes por la
salida política. Las técnicas interactivas pueden incrementar la animosidad de
intereses en conflicto. Los tres métodos que describimos a continuación se
pueden utilizar para disminuir estos riesgos.
Escenarios recíprocos
Este método está concebido para estimular a un pequeño
grupo de individuos a explicarse unos a otros los valores que son más
importantes para ellos. Para ello, se propone y acepta por todos los
participantes llevar a cabo una sesión en la que no tengan lugar ni ataques, ni
negociaciones ni interacciones entre participantes con intereses potencialmente
en conflicto. En esta sesión, se pide actuar a las tres o cuatro personas con
puntos de vista aparentemente incompatibles y fuertemente defendidos. La sala
de reunión cuenta con una pizarra o grandes hojas de papel para registrar las afirmaciones
que se vayan haciendo de modo que puedan verlas todos los miembros del grupo.
El procedimiento a seguir consta de los siguientes pasos:
▲
Cada uno de los
participantes describe por turno, 1) la salida ideal de política desde su
perspectiva; 2) salidas disfuncionales que le dan mayor preocupación.
▲
Se genera entonces
un posible curso de acción que mejor asegure las salidas deseadas y evite las
salidas indeseadas, por cada uno para otro de los participantes. Esto se hace
de modo que ninguno describa el escenario para alguien que previamente lo haya
descrito para él.
▲
Cada participante
indica qué aspectos le parecen mejores y cual peor, y cada participante que ha
generado el escenario lo va modificando hasta conseguir que el afectado acuerde
que se acomoda a sus intereses.
▲
En una última
fase, el grupo en su conjunto identifica elementos comunes en las descripciones
iniciales y en los escenarios corregidos. Esta base común puede convertirse en
un punto de partida para generar alternativas de acción en otra sesión.
Este ejercicio intenta dar a los miembros del grupo
experiencia en generar y considerar una gama de alternativas antes de entrar en
el debate político. Comienza dando a cada individuo posibilidades positivas de
que su situación individual va a ser considerada y este clima positivo se
mantiene ejecutando con rapidez cada paso sin dar lugar a comentarios,
argumentos o negociaciones. La intención es dar seguridad a cada participante
de que sus intereses son "escuchados", generar una amplia gama de
alternativas. La interacción entre la persona que diseña el escenario y la
afectada por él, pretende proporcionar a ésta nuevas prioridades y dimensiones
y estimular a aquella a ser sensible a los deseos del otro, al menos en el
diseño.
Si se descubren elementos comunes en los escenarios
ideales generados, se convierten en un núcleo obvio para generar política. La
interacción puede también revelar las áreas de mayor desacuerdo, que pueden ser
objeto de atención. Es importante que la dirección del grupo indique de
antemano qué procedimientos se van a utilizar (incluyendo sus propias
prerrogativas) para actuar sobre las áreas de acuerdo y desacuerdo puestas de
manifiesto durante la interacción.
Muestreo de constituyentes
Este método pretende obtener el más diverso posible
conjunto de perspectivas de las personas afectadas por una política y que no
han sido elegidos como representantes de colectivos o conjuntos de colectivos
grandes.
Entre diez o doce participantes pueden constituir cada
iteración de este ejercicio que sigue la lógica general de un proceso de grupo
nominal.
En la primera parte del ejercicio, cada participante
escribe en un papel, individualmente y en silencio, los elementos que considera
más importantes en una situación dada. A continuación, estas ideas se recogen
en grandes hojas de papel colocadas en las paredes de la sala de reunión, con
las mismas palabras del participantes, presentando por turno una idea cada
persona. Una vez recogidas todas las ideas, cada persona interviene hablando a
favor de la descripción que encuentra más descriptiva de la situación y contra
la que siente que es la menos descriptiva. Después de dos o más rondas de estas
discusiones, se votan las ideas que se
consideran describen mejor la naturaleza de la situación política.
La segunda parte comienza con la elección por parte de la
dirección del grupo de uno o dos elementos que la mayoría de los participantes
han considerado como básicos de la situación y la petición a los participantes
que consideren en silencio posibles acciones para tratar con estos aspectos de
la situación. Estas ideas se listan, discuten y votan siguiendo el mismo procedimiento
seguido en la primera parte.
Finalmente, se pide a los participantes que consideren
las posibles decisiones que se han identificado, y que estime la repercusión
para ellos mismos y otros actores de la situación. Esta información se recoge
en un cuestionario o siguiendo los procedimientos normales de grupo expuestos
más arriba.
Los participantes en estos ejercicios deberían ser
informados posteriormente de las decisiones que se han tomado sobre las cuestiones
que han discutido. Este ejercicio aporta una perspectiva sobre puntos de
preocupación y de grupos de personas que
pueden ser movilizados por decisiones políticas en consideración.
Contrastación secuencial de opciones
Este método pretende comprender la experiencia individual
y los valores en términos de alternativas políticas específicas. El
procedimiento que se sigue identifica alternativas de acción que son percibidas
por varias partes interesadas como ventajosas, tolerables o indeseables.
Para ello, el equipo de analistas / asesores divide la
cuestión política en áreas potenciales de acción. Para cada área se genera un
conjunto exhaustivo de posibles alternativas de acción, descritas en términos
de los pasos de implantación implicados y de los efectos esperados y / o el
impacto en cada uno de los participantes. Se introducen variaciones sobre el
horizonte temporal de los esfuerzos de implantación y la amplitud de los
efectos.
Cada posible alternativa se describe a cada uno de los
participantes en el grupo y se le pide considerarla singularmente por separado
y votar su deseabilidad desde su punto de vista. Repetido este procedimiento
con cada participante, genera un conjunto de elecciones que puede analizarse
para producir un conjunto de alternativas de amplia aceptación, e indicar áreas
de acuerdo y desacuerdo entre las partes relevantes.
Este ejercicio lleva a los participantes a expresar sus
valores en términos de preferencias de acción más que argumentos abstractos.
Las áreas de acuerdo y desacuerdo pueden especificarse de modo más preciso
desagregando las alternativas en partes más pequeñas. Es aconsejable prever un
medio para la comunicación entre los participantes en algunos momentos del
proceso descrito, especialmente para acordar que las indicaciones de
preferencia no son vinculantes, para intercambiar motivaciones por las que se
aceptan o rechazan opciones que otros consideran obligatorias. Esta interacción,
centrándose en las implicaciones de alternativas específicas de acción,
facilita la emergencia de un sentido del propósito y la salida deseada más
ampliamente compartida.
Estos métodos pretenden dar a cada participante un
"tiempo igual" para establecer los aspectos importantes de una
situación desde su propia perspectiva y para estimular que cada participante
"escuche" esta información. Las interacciones están diseñadas para
animar a cada participante a clarificar y priorizar sus intereses, minimizando
lo que podría llevar al conflicto. En general, en estos métodos se debe tener
cuidado en no prometer una respuesta específica a los deseos de los participantes,
revelados en los ejercicios de recogida de información como los mencionados. Es
ventajoso que en ellos, simultáneamente se recojan las perspectivas de los
otros participantes, (frecuentemente incompatibles) y se subraye ante todos los
implicados la diversidad conflictiva con la que deben enfrentarse los que
elaboran la política. Finalmente, sea cual sea la técnica utilizada debe
minimizar la implicación de los analistas en la definición de las maneras
utilizadas en la recogida de datos. El valor de estas técnicas es proporcional
a la libertad que otorga a cada participante para estructurar el tipo de
información que presenta y el modo de proporcionarla.
Entre los métodos a utilizar por los analistas / asesores
deberán estar los de diseño y concreción de modelos, la construcción de
escenarios, el dominio de los diferentes medios de acción de un gobierno (no
sólo directas) y de las formas de gestión de los servicios, la apreciación de
impactos junto a las incertidumbres y riesgos y la estimación de costes y
beneficios, así como diversos métodos de creatividad.
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Leer + en los ejemplos de este mismo blog, y en PROYECTOS ESTRATEGICOS: UNA INNOVACION POLÍTICA Y ADMINISTRATIVAMENTE ÚTIL, Cuaderno de Trabajo para Cargos Públicos y sus Asesores., n.6
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Leer + en los ejemplos de este mismo blog, y en PROYECTOS ESTRATEGICOS: UNA INNOVACION POLÍTICA Y ADMINISTRATIVAMENTE ÚTIL, Cuaderno de Trabajo para Cargos Públicos y sus Asesores., n.6
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