Los encuentros con los votantes representan el comienzo de la comunicación en dos sentidos,
salvo los casos en que esta práctica ya esté establecida por la organización
local del partido. No tienen nada que ver con otras prácticas de reuniones más
grandes en las que no se discrimina a los votantes, y con una comunicación
unidireccional. Por ello, es importante ser cuidadosos en su organización y
ejecución, evitando que hábitos anteriores desvirtúen la comunicación y
consigan que no tenga lugar en los dos sentidos.
Para asegurar que existe suficiente contacto personal y
que todas las personas pueden dialogar, el número de asistentes a estos
encuentros estará alrededor de los 20, con un militante activo cada 3/5
asistentes
.
Inicialmente, los encuentros con los votantes juegan el
doble papel de, probar con la
experiencia que el equipo político está dispuesto a empezar a dialogar en los
dos sentidos, y, al mismo tiempo,
prestar a los votantes el servicio político de darles a conocer y reunirles con
otros vecinos igualmente votantes de un partido, lo que, en las ciudades es bien apreciado por
ellos.
También inicialmente,
y en sucesivas reuniones, aportan al equipo de militantes activos un conocimiento de los problemas y de los
posibles servicios políticos que demandan por parte de los votantes, y la identificación de líderes de opinión –
aquellas personas que son escuchadas por los demás cuando expresan sus
opiniones o propuestas.
A la
hora de planear estas reuniones, debe decidirse, contando con los datos de
identificación con que se cuenta, si se reducirá su asistencia a votantes actuales
o se contará también con votantes potenciales. Por lo demás, cada equipo de
militantes activos de sección electoral irá invitando a sus votantes
identificados, para lo que deberá
contar, al menos, con unos 40, ya que no cabe esperar que más de la mitad
encuentren posible asistir. Las respuestas a las invitaciones a estos
encuentros son también una prueba adicional de que los nombres con que contamos
son verdaderamente votantes. Habrán permitido
descartar a no votantes, diferenciar
a votantes a un tipo de elecciones pero no a otras, registrar aquellos
votantes que por sus ocupaciones no
pueden asistir a la reunión, los que no
quieren manifestar públicamente su condición de tal y aquellos que no van a
asistir porque están indecisos en
cuanto a su voto futuro. (El equipo de sección y local deberá diseñar sus
actuaciones con estos votantes).
Los que
han manifestado su voluntad de asistir a la reunión, han recibido un segundo
contacto para entregarles la invitación
personalizada para ellos y las personas cuyo nombre ha sido facilitado por
ellos mismos. No conviene que el
número de asistentes sea mayor de unas 20/30 personas.
Realización
El local elegido
deberá contar con el espacio oportuno para el número de asistentes previsto.
Hasta donde sea posible la decoración
del local dejará claro el carácter de la reunión: votantes del partido se
encuentran con su partido para recibir el agradecimiento por sus votos, y profundizar en una actitud de servicio a
los votantes, recibir críticas por políticas y ponerse a su servicio.
Junto al equipo de militantes activos deberán participar
algún cuadro del partido o miembro de candidatura. Si algún cargo
público reside en la sección electoral o el barrio, debería participar siguiendo
las siguientes pautas:
- en caso de que puedan existir reclamaciones/peticiones de los votantes, ponerse a su
disposición para tratar la cuestión inmediatamente en su despacho o en
otro contacto con ellos;
- en todo lo demás, su comportamiento deberá ser el de
los demás militantes activos.
Todos los asistentes por parte del partido tienen que
estar dispuestos a escuchar sobre
todo y no enzarzarse en discusiones defensivas. Las conversaciones informales deberían dirigirse a facilitar las
manifestaciones de los votantes, tanto sean críticas como propuestas. La posición del partido se expondrá
únicamente por las personas que harán uso de la palabra: los responsables del
barrio y de la sección electoral y la directiva.
Habrá que decidir si se va a utilizar un cuestionario para recoger las informaciones
de los votantes. En caso positivo, habrá que contar con ejemplares suficientes.
En caso negativo, los responsables asistentes deberían prever cómo conseguir
que los temas se traten en la reunión. Se llevarán hojas de recogida de datos –
incluyendo todo tipo de dirección- de
los asistentes, con autorización para enviar información
Al llegar al local, los asistentes deberán ser recibidos
y saludados por personas del partido que les conozcan, que les agradecerán su
presencia, les facilitarán el acceso a la copa y les irán poniendo en contacto
con otros asistentes y gente del partido. Estos entablarán una conversación
informal alrededor del sentido de la reunión.
Cuando
se considere que ha llegado la gente, el responsable de la ejecutiva local
dirigirá unas palabras muy breves con las ideas claves de la convocatoria ,
anuncia la hora de finalización de la reunión y presenta al responsable de la
sección electoral.
El
responsable de la sección electoral explica, brevemente, que el papel del
equipo de sección electoral consiste en estar cerca de los votantes del
partido, asegurar que el partido les presta los servicios que requieren para
formar y manifestar su voluntad política y entre ellos dar oportunidades para
que los votantes se conozcan y conversen
entre ellos. Estas oportunidades vendrán en forma de pequeñas reuniones, para
facilitar precisamente las conversaciones en dos sentidos. Informa sobre el
número de votantes del partido de la sección, junto con el número de electores
y de abstencionistas, distinguiendo entre las municipales y las otras
elecciones. Se debe decidir si como consecuencia, pide que los asistentes
proporcionen información sobre otros vecinos suyos que cree que son votantes
del partido.
A
continuación, abre un turno de palabras para que los asistentes puedan manifestar
sus dudas sobre la actuación de las instituciones en que interviene el
partido, y sus críticas al papel del
partido a nivel local, sobre todo. Las críticas hay que recibirlas con buena
actitud. Cuando se refieran a problemas que los asistentes pueden tener con
un gobierno propio, las reacciones deberían
ser:
- Cuando el problema es colectivo, constituir un grupo
de trabajo con afectados y gente del partido de la sección para defender
sus intereses.
- Cuando el problema es individual, comprometerse a
poner en contacto al interesado con el concejal correspondiente y
apoyarle.
En los 45/60 minutos que forman el cuerpo central de
la reunión, sería interesante detectar personas dispuestas de implicarse en
reuniones o trabajos sucesivos, recoger demandas de servicios, y verificar el
interés por algunos como, reuniones periódicas para hablar de política local
y/nacional/internacional, reuniones para priorizar necesidades, defensa de
intereses del barrio, formación política con textos en Internet y diálogos
presenciales, hacer una web del barrio, preparación política de jóvenes. Será oportuno pedir ejemplos y anécdotas para
los problemas y propuestas, no quedándose en formulaciones abstractas.
A
continuación, el responsable del barrio anuncia unas palabras del ejecutivo/
candidato. Este, en no más de 15 minutos se alegra y agradece la presencia de
todos en el acto, les agradece su apoyo, repite las tesis del servicio de los votantes
y les anuncia que se seguirá por esta camino convocando actividades para los
pequeños grupos que salgan en función de sus respuestas y de las críticas, que
se agradecen. También agradece que los asistentes ayuden a juntar más votantes
del partido El partido se considera al servicio de la formación y manifestación
de la voluntad política de sus votantes actuales y potenciales. Cierra el acto
anunciando nuevos encuentros.
Los militantes
activos participantes deberían asegurar que se recogen las manifestaciones,
anécdotas, juicios y propuestas para seguir trabajando sobre ello. Una hoja
simple podría servir para recoger la identificación de los votantes asistentes
y, eventualmente, alguna información que consideren interesante.
Seguimiento
De los
encuentros con los votantes saldrán indicaciones sobre cómo continuar la
comunicación con los votantes. Todos
deberían recibir una carta o mensaje agradeciéndoles su presencia y contribución,
así como alguna documentación que venga a cuento con los temas tratados.
Con votantes que coincidan en intereses o servicios
demandados se podrán constituir grupos de trabajo para avanzar en ello, con un
sentido realista de no incurrir en “terapia ocupacional”.
Probablemente, la mayoría de los interesados en seguir
para construir la política de abajo arriba, serán líderes de opinión. Con los
demás puede ser suficiente nuevos contactos de tipo encuentro – con otros
votantes no conocidos - o lúdicos, cada tres o seis meses, o su implicación
puntual en algún momento de un proyecto colectivo.
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