Las acciones de los activistas políticos significan un trabajo intensivo con los votantes actuales y potenciales y sus liderazgos, identificándolos primero y acompañándolos permanentemente en sus decisiones políticas. a través de prestarles servicios políticos que sirven para formar y manifestar su voluntad.
Una parte crucial de estas acciones deben producir la estructuración de los barrios, el empoderamiento de sus liderazgos, y el desarrollo del poder de sus habitantes para resolver sus problemas
Encuentros, narraciones sobre el barrio que vivimos, priorizaciones sobre el barrio que queremos,entrenamientos para conseguir consensos, pueden llevar a conseguir una manifestación politica del futuro público que cada barrio pretende, a partir del cual negociar su integración en unidades más grandes. Es el comienzo ineludible si se pretender, como se dice a veces, una politica de abajo arriba.
Esta actividad se diferencia claramente de la actvidad extensiva que ha sido hasta ahora mayoritariamente la política, basada en una comunicación unidireccional por medios masivos y en contactos puntuales con los votantes.
EL TEMA DEL ACTIVISMO COMO ACTIVIDAD INTENSIVA CON LOS VOTANTES LOS TRATAMOS A FONDO EN EL SEMINARIO "ACTIVISMO/LIDERAZGO POLÍTICO" QUE SE CELEBRA ESTE MES EN BARCELONA 23 Y 24; Y EN VALENCIA 25 Y 26.
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Puede ser ineresante traer a colación aqui un texto del maestro García Pelayo, en su artículo Ordenación y organización ("Burocracia y Tecnocracia", Alianza Editorial, 1974):
Una organización extensiva se caracteriza por los siguientes rasgos: i) la excesiva amplitud del área (territorial o funcional)para las posiblidades técni-organizativas de un tiempo y un lugar dados, y por consiguiente, ii) la escasa capacidad de control sobre el funcionamiento de la organización; iii) el bajo rendimiento derivado de la restringida capacidad para la movilización de personas y recursos, y para la integración de tareas en un objetivo común; iv) la divergencia entre la estructura formal y la estructura fáctica, las cuales pueden ser paralelas o asintóticas, pero sin interferirse mutuamente, o pueden estar en relación de tensión o conflicto.
En cambo, una organización intensiva se caracteriza: i) por la pequeñ amplitud del área a organizar, o por su adecuación a las posibilidades de un tiempo; ii) por su riguroso y constante control sobre el funcionamiento de la organización; iii) por su alta capacidad para la movilización de personas y recursos, así como la integración de las tareas en un resultado unitario, y por lo tanto, por su superior rendimiento, y iv) por una mínima divergencia entre la estr¡uctura formal y la estructura fáctica.
Y dejar para una ocasión venidera, una discusión sobre la organización capilar de los partidos,y el autogobierno de unidades formadas por coaliciones activistas/votantes y el significado de la expresión control en un contexto de coaliciones.
sábado, 19 de octubre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
DE GANAR (Y PERDER VOTOS) A GANAR (Y PERDER) VOTANTES
Partía de la constatación de que las estadísticas de votos registrados en las diferentes elecciones, si se iba más allá de su análisis, dejaban en la oscuridad cómo se producían esos resultados. Teniamos, por un lado, los votos y, por otro lado, la comunicaciones, las promesas y las prestaciones/servicios; pero sin relación de causalidad. Había una caja negra entre unos y otros.
Escribí entonces en el cuaderno para cargos públicos y sus asesores nº 16 DEL MARKETING POLÍTICO A LA GOBERNANZA EFICAZ: GUÍA PARA EL DESARROLLO DE LA DIRECCIÓN POLÍTICA, unas 100 paginas en tres capítulos: I)"Evaluación política a partir de los resultados electorales para evitar sorpresas desagradables; II) los electores, los votantes, los abstencionistas, los líderes de opinión, la élite del poder - cómo comprenderlos y conocerlos; III) Marketing Polñtico de partido e instituciones.stos planteamiento los difundí en conferencias y seminarios.
En el trabajo práctico, he podido ir comprobando en estos años,las limitaciones de las aproximaciones numéricas, o de agregados o segmentos,forzadas por las campañas centralizadas de medios masivos. Así mientras experimentaba con las relaciones entre votantes y militantes, introduje la consideración del capital social partidario y el papel crucial del militante activo, en realidad una pequeña parte de las nóminas de militantes de los partidos, en el libro COMO GANAR (Y PERDER) VOTANTES.. En este libro colocaba en primera linea de atención a los VOTANTES, después de constatar con sorpresa la poca atención real que les prestan los partidos.
Avanzando en esta línea, me ha parecido a la hora de proponer un método práctico que habría que partir del votante individual a la hora de diseñar la acción política e intentar medir sus resultados.
En el seminario ACTIVISMO/LIDERAZGO POLITICO proponemos como punto de partida tomar en consideración las decisiones políticas del votante individual, actual y potencial. Junto a ello cómo se forman las percepciones e intenciones que determinan/ su decisión de votar/no votar/ a quién, y ,tan importantes, sus decisiones de ayudar/no ayudar con fondos y trabajo voluntario, más o menos organizado. Puede constatarse cómo detrás de esta decisiones, poco consideradas, está muchas veces la explicación de mayorías importantes y estables, y a la inversa.
Esto trae aparejado considerar un papel específico del activista político como líder de líderes sociales en los barrios al que dedicaremos una buena parte de tiempo, especificando métodos
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El seminario ACTIVISMO/LIDERAZGO POLÍTICOS se celebra en el mes de octubre en Barcelona los días 23 y 24 y en Valencia, los días 25y 26.
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Del cuaderno DEL MARKETING POLITICO A LA GOBERNANZA EFICAZ:GIA PARA ELDESARROLLO DE LA DIRECCION POLITICA, puede obtenerse un resumen en www.marcoslekuona.net
jueves, 10 de octubre de 2013
UNA INVITACIÓN A BUENOS ALCALDES (O EX) QUE AHORA LIDERAN ORGANIZACIONES POLÍTICAS NACIONALES O REGIONALES.
DESARROLLANDO LA POTENCIA POLÍTICA
DE LAS ORGANIZACIONES TERRITORIALES
Casi
todos los partidos tienen en localidades pequeñas, pequeños equipos de
activistas que saben coaligarse con el liderazgo social de sus municipios y
conquistar y mantener unos resultados políticos satisfactorios.
Pero
también es muy frecuente que esos buenos resultados se puedan perder al cambiar
los miembros del equipo, y que en los niveles de municipios más grandes sea
difícil conseguir lo de los pequeños.
Detrás de
todo ello se encuentra una falta de reflexión sobre las exigencias
organizativas que requiere una dirección consciente de unidades complejas, como
son los municipios que engloban más de un barrio, y las ejecutivas comarcales y
regionales.
En cualquier
ámbito de que se trate, este tipo de unidades organizativas, tiene que resolver
el problema de cuánta energía dedicarán a las consecución de los resultados que
potencian la organización – en nuestro caso, votos, fondos, voluntarios – y
cuánta a las luchas políticas internas por el poder organizativo.
El tipo
de estructura que se ha venido utilizando habitualmente de división funcional
del trabajo, favorece el que la mayor parte de la energía se dedique a las
luchas internas, descuidando la consecución de resultados.
MARCOS
LEKUONA
Al añadir
una dimensión sectorial al diseño, aun se ha alejado más la preocupación por
los resultados, porque por esa vía se han incorporado a posiciones relevantes
personas sin experiencia ni interés por el trabajo de los resultados.
Si se
quiere potenciar la capacidad de obtener resultados, es necesario concebir
procesos de funcionamiento y estructuras organizativas que integren toda la
tarea requerida.
Un primer
proceso a asegurar es el de la evaluación resultados/prácticas, que permita
discriminar buenas de malas en función de los resultados que generan. Este
proceso tiene que ser llevado a la práctica por todos los activistas y
dirigentes, cada uno en su ámbito.
El
proceso se completa con la puesta en práctica de un plan de mejora de
resultados, sustituyendo malas por buenas prácticas. Este es un proceso de
entrenamiento sobre el terreno que podrán llevar a cabo con eficacia buenos
prácticos que hayan reflexionado sobre sus prácticas de modo que puedan
entrenarse en otros.
Las
direcciones estarán dotándose de capacidades para mejorar resultados en función
de la amplitud y profundidad en que los procesos de evaluación/mejora se hayan
implantado.
Estas
operaciones se organizarán y gestionarán por proyectos, con la ayuda de los
asesores de que se disponga. Los secretarios funcionales podrán realizar sus
aportaciones técnicas en ayuda a los responsables de estos proyectos, con la vista
siempre en los resultados políticos.
Junto a
estos proyectos, las direcciones podrán organizar otros dos tipos de proyectos:
·
Proyectos
de desarrollo de recurso humanos, dirigidos a capacitar a futuros ocupantes de
cargos públicos, sobre todo concejales, asesores y directores.
·
Proyectos
estratégicos, como parte territorial de proyectos de política general,
relacionados con planes
estratégicos y leyes y otras disposiciones institucionales,
generalmente encabezados por secretarías sectoriales.
En las
ejecutivas se prestará especial atención al seguimiento de los proyectos,
formando parte de las mismas, sus responsables.
La
ejecutiva de la
Federación Regional y la Federación Nacional, se organizará para la gestión de todos
estos proyectos. En los mismos términos, se acordará el reparto de tareas entre
las ejecutivas locales y comarcales.
EL BARRIO Y EL ACTIVISMO POLÍTICO
Los votantes no son
un conjunto de átomos aislados o una multitud de consumidores pasivos. Viven en
municipios concretos y, en ellos, en barrios más o menos estructurados. La vida
democrática de un país, gana cuando sus ciudadanos viven en barrios
estructurados, es decir, reconocidos como tales por sus vecinos, centros de
relación social, vida publica compartida.
Un barrio así configurado,
es un poderoso instrumento de integración y socialización de los ciudadanos. En
la vida social del barrio, los ciudadanos van pasando de sus intereses y
comportamientos políticos individuales a otros colectivos, y aprendiendo, si
existen adecuados liderazgos sociales y políticos, cómo la acción colectiva
puede generar el poder necesario para ir
satisfaciendo sus necesidades de desarrollo. Y pueden asociarse sin perder el
control de la asociación, de modo que ésta y sus dirigentes son interlocutores
fiables para el liderazgo político del municipio.
La conciencia de barrio se
desarrolla a través de:
- reuniones regulares de los vecinos y/o sus
líderes para la consideración de los problemas del barrio;
- discusiones genuinas en estas reuniones
regulares;
- liderazgo de su vida actual como comunidad:
aprendizajes conjuntos a través de lecturas, clases, clubs, compartir
experiencias de otros a través de interacciones, aprender formas de
expresar el arte de la comunidad…
- asumiendo gradualmente más responsabilidad por
la vida del barrio;
- estableciendo una conexión regular con los
activistas y líderes políticos del municipio y de otras instancias más
amplias.
Desde esta capacidad de identificar colectivamente su calidad de
vida y de actuar sobre los factores inmediatos que la mejoran o empeoran, los
votantes, sus líderes sociales y los líderes políticos que trabajan por empoderarlos,
se encuentran en muy buenas condiciones para participar en el debate de
políticas más generales, si alguien quiere regular esos debates para armonizar
las políticas de arriba abajo con otras de abajo arriba. De este modo, las
necesidades de los barrios vienen a ser la base sustancial de la política (Mary
Parker Follet, “The New State”, 1918)
Ahora bien, qué es un
barrio es algo poco claro en la vida política de nuestros países. Hay barrios
tradicionales que tienen un contorno bien definido, pero también hay nuevas
aglomeraciones de población que nunca han llegado a ser barrio, y otras en las
que el núcleo original ha quedado diluido con la llegada de personas foráneas.
En ciudades grandes, se confunden más los límites cuando se procede a la
división administrativa en distritos y barrios grandes, como agrupaciones de
secciones electorales, sin respeto a los contornos de los barrios
tradicionales.
Cuando un municipio, aumenta su tamaño y su
población puede encontrarse con tensiones de diferenciación que pueden atentar
contra la unidad del barrio, y alimentan aspiraciones críticas y/o
secesionistas del gobierno existente.
Todos estos problemas son
precisamente oportunidades para el desarrollo de los activistas políticos y sus
dirigentes. Interviniendo en ellos, puede tener lugar su inserción social en la
vida colectiva del barrio y su aceptación como participantes en las
conversaciones donde se perfilan las decisiones
políticas de los votantes.
En este sentido, la
experiencia parece demostrar que la intervención de los activistas/líderes
políticos en favorecer la estructuración del barrio, apoyando a los lideres
sociales que estimulen la asociación de los vecinos alrededor de intereses
comunes, contribuye a la sostenibilidad de los resultados políticos, a través
de la coalición líderes políticos/líderes sociales.
La intensidad del trabajo
de interacción que deben llevar a cabo los activistas, pone límites a la
amplitud de lo que pueden abarcar. Por
ello, se va viendo prácticamente que la dimensión de un barrio, estructurado o
por estructurar, ofrece un campo muy apropiado para que, a través de la
coalición liderazgo político//liderazgo social, un pequeño equipo de activistas
pueda asegurar la sostenibilidad de los resultados políticos.
Estos equipos de
activistas de barrio, contribuyendo a la estructuración social del mismo y
empoderando a los ciudadanos en la propia resolución de sus problemas, bien por
su cuenta o consiguiendo prestaciones de las administraciones, son la piedra
clave de las redes sociales partidarias.
--------------------Este es un fragmento de la documentación del Seminario "Activismo/Liderazgo" que se va a celebrar en Barcelona los días 23 y 24 de octubre, de 16,30 a 20,30 h.
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