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jueves, 9 de mayo de 2019

SESION CUARTA - DE LAS PRACTICAS PARA NO PERDER/GANAR VOTANTES


Las prácticas para no perder/ganar votantes. Sesión Cuarta

EJERCICIOS PARA ENTRENAR LAS PRÁCTICAS DE UN LENGUAJE SOBRE LOS VALORES DE LOS ELECTORES







No es este un cambio – adoptar un lenguaje de valores que vaya sustituyendo al lenguaje técnico/burocrático/ideológico - que pueda llevarse a cabo en una campaña, tanto por tiempo como por disposición.

También habrá que tener en cuenta que una buena parte de la cultura dominante en las organizaciones políticas es contraria a esta práctica, aun en el caso de que llegue aceptarse que contar con un lenguaje que recoja los valores de los electores sería más eficaz para la comunicación política.  Esta ambivalencia  conduce con frecuencia  a hacerse “trampas en el solitario” con resultados mediocres.

Y por otro lado, existe un movimiento creciente hacia el reconocimiento de que la realidad social no se representa bien por la enunciación de sustantivos abstractos, sino por el relato narrativo de lo que en cada momento va sucediendo. En las ciencias sociales el análisis narrativo va ganando terreno y se comprueba su mayor utilidad práctica a la hora de dirigir.

Practicar, pues, en la construcción/utilización  de un lenguaje de valores con expresión narrativa, puede ser útil a un dirigente tanto para su tarea de dirigir su organización internamente como para conseguir que los miembros de su organización  vayan a su vez contribuyendo al lenguaje que registra los valores de sus votantes.

A cada uno de los dirigentes convendría que se ejercitaran individualmente en identificar y relatar aquellas anécdotas de su vida diaria que provocan su aprobación o desaprobación  y, a través de ello, identificar cuáles son sus valores.

EJERCICIO Nº 1.- Liderazgo y creación del lenguaje político.

El lenguaje que actualmente se utiliza sirve para representar una política de arriba abajo. Los cargos públicos y dirigentes de partido se han ido aclimatando al lenguaje técnico-burocrático de las administraciones  y, por otra parte, los discursos ideológicos han sido elaborados por académicos no activistas.

Aquí proponemos que estos políticos se ejerciten en sensibilizarse a sus sensaciones positivas/negativas ante las situaciones que viven personalmente y a registrarlas en pequeños relatos de cómo las han vivido. Es este un ejercicio personal que puede completarse con la puesta en común en reuniones de los órganos de dirección en que participen, dando así lugar a encontrar afinidades,  diferencias y conflictos cuyo tratamiento está en la base de la dirección organizativa.

En la medida que estos dirigentes vayan interiorizando esta manera de ir viendo la realidad, estarán en condiciones de liderar al resto de la organización para que se entrene a comunicarse con los votantes e ir construyendo el lenguaje  de los valores.    

EJERCICIO Nº 2.- Las narraciones de los activistas.
Estos mismos ejercicios tendrían que llevarlos a cabo los activistas o militantes activos, con la ayuda de los dirigentes que ya los hayan practicado. La identificación personal y el diálogo y debate colectivo de las anécdotas que describen situaciones positivas/negativas son un paso previo que prepara a la organización para acometer la construcción del nuevo lenguaje desde los propios votantes.

EJERCICIO Nº3.- Escuchando historias

Escuchar las anécdotas, relatos, historias  de situaciones que se sienten como que mejoran/empeoran la calidad de vida se convierte así en una tarea de comunicación permanente con los votantes, bien en entrevistas individuales, en reuniones de las comunidades de votantes, o en “círculos de anécdotas” convocados ad-hoc.

Este material puede elaborarse por los propios activistas con el acuerdo de cada votante, o por los propios votantes si se animan al esfuerzo, en una dimensión que puede oscilar entre medio y un folio.

A medida que se van obteniendo, pueden agruparse en algún tipo de documento que con un título como “El barrio que vivimos” da cuenta de las visiones de los votantes y puede irse utilizando para estimular a otros votantes a manifestar sus visiones, y a sensibilizarse a las diferencias que existen. En una primera instancia es deseable que la recogida de relatos y la edición de los conjuntos de los mismos, así como los eventuales diálogos sobre ellos tengan lugar en los límites de cada barrio, antes de pasar a unidades mayores.

EJERCICIO Nº 4.-Encontrando los valores y evaluando desde ellos la acción política.
Los relatos conseguidos pueden ser trabajados por activistas y líderes de opinión para “darles un sentido” en términos de  los valores que subyacen a las evaluaciones positivas /negativas y la segmentación de los votantes en función de su jerarquía de valores. Esto puede permitir enjuiciar los programas y propuestas propuestas tanto del gobierno como de la oposición, desde su respuesta a los valores de los distintos segmentos. Los pequeños grupos de la agrupación.

Unas observaciones adicionales
  • ·         Como ya decíamos al comienzo de esta entrada no cabe esperar que este trabajo se lleve a cabo en esta campaña; pero sí puede ser un buen momento este para empezar a experimentar a pequeña escala, y continuar en el póximo mandato.
  • ·         En este mismo blog se publicaron ya entradas que trataban este tema como “Escuchar y contar historias” y “Un ejemplo de aplicación de mótodos narrativos  a una política de abajo arriba a partir de los barrios de un municipio”
  • ·         Probablemente, más adelante publicaré otras entradas metódicas sobre la aproximación narrativa a las cuestiones a la organización/dirección.






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