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lunes, 7 de septiembre de 2020

APUNTES PARA LOS ENTRENAMIENTOS INICIALES DE UNA INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA POLÍTICA PARA LIDERES


Estos entrenamientos derivan del trabajo realizado por el grupo de Facebook "Nuevos Liderazgos Activistas para la Democracia" y se recogen bajo el título Introducción al arte del Activista/Líder político




I

La práctica política tiene que ver con el empleo del poder para conseguir bienes colectivos. A diferencia de las personas corrientes, los líderes tienen que comprender el juego del poder en la sociedad, cómo se genera, se adquiere, se mantiene y se pierde.

La práctica política es un conjunto de maneras de hacer – de interaccionar con personas y grupos que influyen en los resultados – que sólo la experiencia ha podido demostrar que son buenas. No están escritas en ninguna parte y los que las han experimentado, la mayoría de las veces no tienen constancia clara de la causalidad entre las prácticas y los resultados. Se trata de comportamientos que tienen la lógica del “caso singular”, en cuya realización influyen muchas variables interrelacionadas que solo pueden ser captadas por un aprendizaje que produzca la reflexión sobre la misma situación práctica. La capacitación en práctica política no tiene mucho que ver con la formación académica en ciencias políticas, como suelen comprobar sus licenciados.
Esas maneras de hacer las han experimentado aquellos políticos que han conseguido la confianza mayoritaria de sus electores, aquellos que, en sucesivas elecciones, consiguen renovar su capacidad de representar satisfactoriamente los intereses de sus votantes, y los que , al frente de las instituciones democráticas saben responder a esos intereses también satisfactoriamente. Cuando se consiguen estos resultados el protagonista y, por consiguiente, quien puede acumular estas experiencia suelen ser grupos de personas que junto a un líder nominal – presidente, alcalde – ocupan posiciones de concejales, directores, cuadros de partido asesores que han apoyado a los cargos públicos aportándoles políticas, entrenamientos y dirección de campañas.



II

El poder es la capacidad de afectar la conducta de los individuos a través del uso real, o su amenaza, de recompensas o castigos. El poder se ejerce sobre individuos o grupos por la oferta de algunas cosas que valoran o por la amenaza de privarlos de estas cosas. Estos valores son la base del poder”.

En cualquier situación social esto puede suceder. La política como consecuencia de juegos de poder, pues, se puede encontrar en todo entorno social, públicos y privados - y no se reduce a su presencia en entornos públicos especializados, que entendemos como políticos. Es especialmente relevante tenerlo en cuenta por parte de los líderes, porque así pueden desarrollar su capacidad para identificar el poder de formas variadas, y estar más atento a las maneras de como se gana o de pierde.
El poder es una relación entre individuos, grupos e instituciones en nuestra sociedad. El poder realmente no es una “cosa” que un individuo posee. Más bien, el poder es una relación en el que algunos individuos o grupos tienen el control sobre ciertos recursos” que son valiosos para otros.
Todo entorno que sea una manifestación de vida social puede ser útil para desarrollar las capacidades de identificar los valores y las conductas que pueden satisfacerlos/no – las buenas y malas prácticas.


III



El buen aprendizaje de buenas prácticas para que se mantenga requiere ejercitarse sobre un entorno suficientemente acotado como para registrar y evaluar sus resultados de modo suficientemente preciso. El contacto directo personal activista/votante sería, pues, el marco adecuado para estos registros y evaluaciones. Dado, por otra parte, que la traducción de los resultados políticos a poder institucional dependen de números relativamente importantes de ciudadanos, será muy relevante para ellos la capacidad de coaligar números de activistas con fines comunes. De ahí que el activista/líder político habrá que entrenar sus prácticas para constituir grupos con otros activistas que tengan valores similares. Estos grupos pueden constituirse en el seno de secciones electorales, barrios, distritos, municipios, como unidades de las que se mantienen registros de resultados.

El activista/líder político necesita tener claro cuál es su papel con relación a posible líderes sociales que conducen actuaciones de ciudadanos alrededor de problemas o necesidades comunes. Una buena arquitectura política se logra cuando el líder político interviene en armonizar los diferentes intereses de grupos de ciudadanos, estimulando y apoyando el surgimiento de líderes sociales particulares a los que se apoya acerca de las instituciones. Ambos tipos de líderes – el social y el político – tienen que coaligarse no tanto en palabras cuanto en un trabajo en común sobre proyectos específicos que mejoran la calidad de vida de grupos de votantes.



IV

En otras entradas de este mismo blog y en algunas del grupo de Facebook “Nuevos Liderazgos Activistas para la Democracia”, se ha dedicado atención de dos grandes colecciones de prácticas como son escuchar antes de hablar e identificar votantes actuales y potenciales y sus líderes de opinión en el camino de constituir comunidades de votantes.
Esta es la razón, por la que aquí nos vamos a limitar a dejar constancia de ellas, y remitir a las fuentes citadas.





V

De este modo, en un ámbito local se produce al presencia de variados tipos de personas interesadas por la política activa, normalmente sin una coincidencia de esos intereses.

El activista/líder político que prefiere autogobernarse con sus valores y al servicio de sus votantes, más que depender subordinadamente de una disciplina de partido. Puede negociar y pactar colaboraciones con partidos/ candidatos con valores similares.
La agrupación de activistas que hemos señalado más arriba puede tener también un papel interesante en los entrenamientos de prácticas si así se lo proponen.
Y los buenos prácticos veteranos, sea cual sea su situación con respecto a su partido de origen , podrían ocupar un papel central en la organización de entrenamientos,siempre que estén dispuestos a aprender a convertirse en entrenadores.
Grupos de coalición activistas/entrenadores puede ser un elemento de revitalización de fuerzas progresistas.

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