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jueves, 13 de septiembre de 2018

EL TIEMPO Y LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS






Ya estamos en tiempo de campaña cara – al menos -  al mayo de 2.019. Quedan escasos 9 meses para esa cita electoral. Y este plazo  corto parece que para muchas personas elimina cualquier posibilidad de hacer algo que no se haya hecho hasta ahora. Así, muchas candidaturas repetirán estrategias ya ensayadas y que han dado malos resultados en el pasado. Parece un círculo vicioso imposible de romper.

Ahora, cuando la mayoría de los actores en condiciones de presentarse a las próximas elecciones ya está considerando lo que hará, parece oportuno proponer tres  reflexiones para ir rompiendo ese círculo vicioso que obliga a llevar a cabo campañas de, previsiblemente, dudoso resultado:
ü Acerca del nivel de consciencia de la dirección de las campañas;
ü Acerca de lo que conviene hacer para no perder/ganar votantes;
ü Acerca de actuar con dos visiones simultáneas: el corto y el medio plazo.

En esta entrada vamos a atender a cómo actuar simultaneando el corto y el medio plazo, para romper el círculo vicioso de las malas prácticas de campaña.

Cuando hay que lograr un objetivo que solo puede materializarse a medio plazo, habrá que tener presente que cualquier plan a ese plazo, sólo puede empezar si llevamos a cabo ahora acciones, que van enlazándose en el tiempo con otras acciones que van produciendo hitos parciales en el camino de las metas finales.

Naturalmente que dotarse de más/mejores recursos estratégicos – valor público generado, red partidaria – sería ideal que hubiera podido empezarse dos años antes de la fecha electoral – o como dicen, los proponentes de la campaña permanente, al día siguiente de la última elección pasada- ; pero la siguiente fecha ideal es hoy mismo.

A esto puede ayudar, no tomar a todos los electores que pueden participar como una sola unidad, sino a encontrar los fragmentos de los mismos que pueden tener comportamientos políticos significativamente diferentes, o frente a los cuales podemos tener una posición diferente.

Sin perjuicio de encontrar otras posibles segmentaciones de los electores, que merezcan su tratamiento específico, los barrios y las secciones electorales pueden ser siempre divisiones que pueden tener a su cargo un número de activistas.
De este modo, un proyecto a medio plazo puede irse atacando sucesivamente por subproyectos más pequeños, que van a permitir acometer cambios con los recursos que se tienen ahora, generar más recursos e ir aprendiendo de cada paso parcial para los siguientes.



La actuación a corto plazo, como la campaña actual, también mejorará si tomamos como unidad para la misma, estas mismas divisiones significativas – barrios, secciones electorales, segmentos -  y establecemos un sistema para evaluar su situación y los avances que se van logrando.

Para materializar esta actuación corto/medio plazo, es oportuno introducir la reflexión acerca de lo que conviene hacer no perder/ganar votantes, que trataremos en la siguiente entrada.




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