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domingo, 17 de noviembre de 2013

TRATANDO LA DESAFECCIÓN POLÍTICA ( y V)

DIFERENCIACIÓN/INTEGRACIÓN PARTIDO YGOBIERNO. RECONSTRUYENDO LAS REDES POLÍTICAS PARTIDARIAS (ii)










La dirección superior de la coalición estratégica, como empresario de la política necesita ejercer unas prácticas políticas que no se limiten a la planificación y ejecución de campañas electorales y a la ocupación de los cargos públicos que les corresponda como consecuencia de ellas con los recursos a mano. 

Esta dirección a corto plazo, debe complementarse, si se persigue la sostenibilidad, con una dirección a medio plazo, concretada en proyectos para dotarse y desarrollar de recursos estratégicos. Básicamente estos recursos son la gente que colabora y contribuye en su política: votantes que aportan votos y además pueden ayudar con sus fondos- donantes-  y su trabajo voluntario para identificar y conquistar votantes potenciales, militantes activos que, con su comunicación en dos sentidos, animan la red de los votantes y sus líderes de opinión, cuadros del partido en los diversos niveles, analistas/comunicadores para la elaboración/comunicación de la política, personas con competencia para desempeñar cargos públicos, directores profesionales y asesores,








En forma de proyectos que pueden tomar formas distintas, la dirección necesita seguir la evolución de sus votantes actuales y potenciales y la estructura social y económica de los municipios y territorios; reclutar  y preparar personas adecuadas tanto para acomodarse a la evolución de sus votantes, como para ocupar los puestos profesionales y de dirección que va a ir necesitando para su desarrollo.

Un centro de análisis dotado con recursos técnicos propios será conveniente para el seguimiento de la evolución de los votantes – comportamientos, actitudes, valores, intenciones – y de los resultados electorales.

El desarrollo de los recursos humanos, además de la atención que se debe prestar a la motivación a través de la democracia interna y la integración de la política de abajo arriba, debe centrarse en el aprendizaje de prácticas más que de ideas, aprovechar las buenas experiencias internas y contar con dirigentes y entrenadores capaces de actuar como prácticos reflexivos








En la medida que la detección de los síntomas y la exploración de las causas puede conducir a que los políticos quieran cambiar sus comportamientos de liderazgo, se puede pensar que se trata de una enfermedad  producida por la necesidad de crecimiento o profundización del sistema democrático.

De hecho, vivimos una crisis profunda de las maneras de gobernar y dirigir todo tipo de organizaciones, al constatar la inadecuación del modelo de la organización-reloj – que ha servido durante la época industrial, basada en la ciencia clásica – y la necesidad de desarrollar otras maneras que se enfrenten con eficacia con la complejidad actual.

Resulta difícil que acepten cambiar políticos “asilvestrados” – que han tenido que aprender su hacer por ellos mismos y sin disciplina que les ayude. En este sentido, es fundamental el papel de unos partidos como organizaciones fuertes, que enraízan su fuerza en la coalición con sus votantes y el empoderamiento de sus militantes. Estos “Príncipes” del siglo XXI cabe pensar que tienen la clave para la transición que vamos viviendo, si generan el número y la “suficiencia” de los líderes que hacen falta.[2]




[2] Estas ideas están ampliadas en el libro del autor LOS PRINCIPES DEL SIGLO XXI:LOS PARTIDOS QUE EMPODERAN A SUS VOTANTES Y MILITANTES (en preparación

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LEER + EN LA DOCUMENTACIÓN DEL SEMINARIO "ACTIVISMO/LIDERAZGO POLÍTICOS"

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