Las 4 claves para coaligarse con los votantes
Mantener
movilizados a militantes y voluntarios activos, a través de suficientes
conversaciones políticas.
No perder el
tiempo en los que no serán votantes nuestros.
Acompañar las
conversaciones políticas de nuestros votantes actuales y potenciales
Asegurarnos de
llevar a las urnas los votos de los favorables (“get-out-the vote”)
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A medida que la dirección política va logrando que pequeños equipos de militantes activos se
movilicen en la identificación de sus votantes actuales
y potenciales de secciones electorales priorizadas, y contribuye a su
entrenamiento en las conversaciones
políticas – escuchar historias, darles sentido, priorizar, diseñar y
acordar cambios -, se están poniendo en marcha los procesos de coalición con
esos votantes actuales y potenciales. Estos procesos conducen a conseguir los
compromisos de los votantes, compromisos de votar a favor, y, en algunos casos
de apoyar.
Los procesos de interacción votantes/militantes activos serán
productivos si consiguen que los militantes activos queden incluidos en las conversaciones a través de las cuales los
votantes actuales y potenciales toman sus decisiones de votar/apoyar.
Esta inclusión no tendrá
lugar si se intenta con una comunicación
que interrumpe con mensajes argumentativos o “vendedores”, que por su
carácter unidireccional tiende a cortar la conversación. Ha de ser más bien una
comunicación en dos direcciones, en que los militantes activos tienen que estar
dispuestos a escuchar, encajando
críticas, antes de que puedan introducirse en la conversación sus visiones
positivas. No debe olvidarse de que se trata de personas que nos han votado
y pueden o no votarnos: no son enemigos,
aunque discrepemos, sino amigos que han de formar parte del capital social
de nuestro partido. Y por ello, tenemos que ser capaces de mantener una comunicación con feedback de ajuste,
continuadamente.
Así lejos de interrupciones puntuales, estos procesos toman la forma
de un acompañamiento por medio de
entrevistas personales, encuentros de votantes, sesiones para descubrir
historias y darles sentido, prestación de servicios políticos (información
fiable, defensa de intereses colectivos, adaptación de proyectos en marcha,
priorizaciones colectivas, construcción de consensos ante cuestiones que
suscitan conflictos entre los votantes…)
Los encuentros de votantes grupos
de no más de 20/30 votantes, son un
buen ejemplo de lo que puede ser, al mismo tiempo, un medio de acompañamiento y
un buen servicio. Los militantes activos, a partir de cada encuentro y sumando
la experiencia de los sucesivos, podrán así ir poniendo en práctica servicios
políticos de respuesta a las demandas de los votantes, y seguir recogiendo historias
positivas y negativas.
Cuando el número de historias sea suficiente, se procederá por un
grupo de militantes activos y líderes de opinión de los votantes, ha llevar a
cabo una sesiones o varias, en que se dé sentido al material diverso,
elaborando un manifiesto sobre “el
municipio/barrio que vivimos”.
En cada municipio/barrio, obtener una narración con suficientes
historias de votantes sobre “el municipio/barrio que vivimos”, con
sus aspectos positivos y negativos, debatida entre los votantes, ayudará a que el debate político quede centrado en el
ámbito propio de la elección, apartando en lo posible otros temas negativos,
propios de otros ámbitos. El debate de todo ello puede dar ocasión para una
buena cantidad de entrevistas y encuentros, así como de proporcionar
información escrita que sea relevante para los debates, y no sea tachada de
“propaganda”
Trabajando, a continuación, con los líderes de opinión para priorizar, “el barrio que queremos” estaremos
creando el soporte para constituir la coalición
de futuro que establece los compromisos mutuos votantes/partido.
“El barrio que queremos” sirve de base para manifiestos electorales precisos, sin perjuicio de programas
electorales más extensos.
Una relevancia especial para coaligarse con los votantes, la tienen las conversaciones con sus líderes moleculares de opinión, ayudándoles a afianzar su liderazgo, detectando y fomentando la relevancia de problemas públicos a partir de problemas personales, colaborando en conseguir soluciones de las instituciones, y, en su caso, poniendo de manifiesto públicamente el problem y presionando por su solución con acciones directas. El trabajo conjunto es un medio de comprobación de compromisos más real que acuerdos verbales.
Ejercicios para mejorar las conversaciones políticas y
conseguir la comunicación en dos sentidos que coaliga a los votantes actuales y
potenciales (=votos + apoyos)
No es raro que a ciertas alturas
de la campaña cunda un cierto desánimo
que puede amenazar con mermar seriamente la capacidad de lograr la coalición
con suficiente número de votantes.
Este desánimo puede surgir en paralelo en los militantes activos y en
sus dirigentes. Y sería sensato, que la dirección no se deje llevar por la
tranquilidad de tener cerrado un programa de comunicaciones unidireccionales.
Más prudente sería dedicar una parte de sus esfuerzos/recursos a apoyos para traducir el desánimo en implicación con los resultados y aprendizaje de
mejores conversaciones políticas tanto para unos como para otros.
En los militantes activos el desánimo puede cundir,
por no tener bien
identificados los votantes actuales y potenciales,
y por la
dificultad para entrar y mantener conversaciones que no sean defensivas.
Los dirigentes, además, pueden sufrir
por la dificultad
de mantener movilizados a los militantes activos,
y por la poca
capacidad de acción que les permite la falta de práctica de aprender juntos,
cuando necesitan emprender trabajos colectivos.
La dirección podría luchar contra el desánimo que todo esto puede
provocar proporcionando ayuda para
animar unos EJERCICIOS que
estimulen las interacciones productivas entre los dirigentes, entre éstos y los
militantes activos y los líderes de opinión, y entre los militantes activos y
los líderes de opinión con los votantes propios actuales y potenciales,
generando la comunicación en dos sentidos que produce la coalición.
Los EJERCICIOS que se proponen comprenden:
Ø Acompañamientos en mítines, encuentros y
entrevistas para ayudar en la reflexión
acerca de la idoneidad de los interlocutores y de los estilos y contenidos de
interacción.
Ø Identificar con un protocolo eficaz de contacto telefónico a los votantes
favorables y a los indecisos, en algunas secciones prioritarias.
Ø Elaborar pautas de conversación con los votantes,
testarlas en role playing y preparar entrenadores sobre el terreno.
Ø Experimentar la escucha de las historias de los
militantes activos para desarrollar su capacidad de escuchar las de otros,
positivas y negativas sin ponerse nerviosos e intentar darles sentido las
historias como diagnóstico de una
situación en términos de valores, y no “de todo lo que hemos hecho y lo más
que pensamos hacer”.
Ø Escuchar y tratar colectivamente las dificultades
reales que se van encontrando, entrenando a dirigentes y equipos
responsables en el diálogo productivo
junto al debate para el aprendizaje conjunto (“learning toghether”)
Los EJERCICIOS pueden empezarse a llevar a cabo en intervenciones puntuales, intercaladas entre otros actos de campaña,
alternando la observación de lo que va pasando, la reflexión sobre ello, y el
aprendizaje colectivo de respuestas. Y empezando
por aquellas personas de cada agrupación que, a su vez, podrían ir entrenando a
otros, sin dejar de entrenarse a su vez. De este modo el coste podría ser
relativamente bajo y asumible.
La comunicación unidireccional, sin este complemento
correctivo, puede estar amenazando los resultados por insuficiencia de
coaliciones en el interior del capital social partidario
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Profundizamos en el seminario "Activismo/Liderazgo Políticos" y en el próximo "El Último Año del Mandato. Determinante clave para mejorar los resultados políticos"
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