Esta entrada, y otras posteriores, son borradores de orientaciones para trabajos de campo de cambio en organizaciones políticas.Creo que puede ser un material sugeridor para políticos interesados en dirigir conscientemente sus organizaciones, que se presenta como más necesario ante las evoluciones que se están experimentando, tanto positivas como negativas.
Dirigir la política conscientemente, requiere armonizar en el día de día, actuaciones dictadas, desde la ejecución de campañas a corto plazo para obtener votos, desde tramos de proyectos a cuatro años de enriquecimiento de las estructuras por una estructura de proyectos, y desde un desarrollo a largo plazo de los recursos estratégicos de votantes, donantes y voluntarios
Los cambios son grandes, y no es verosímil pensar que tendrán lugar sin una buena dirección de sus operaciones.
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Lo que más diferencia a la dirección política consciente de la dirección administrativa, es la mayor cantidad de cambios tanto organizativos como personales que la primera tiene que resolver para resultar eficaz.
Cuando en
un sistema político democrático, las prácticas de dirección, están demasiado
influidas por la mentalidad y las prácticas autoritario-burocráticas, propias
de la dirección administrativa, la incapacidad de la dirección política de
responder a los cambios que le va exigiendo el entorno, se suele traducir en
inestabilidad de resultados políticos.
En
nuestro país, la transición de la dictadura a la democracia, nos ha colocado en
el interior de una transición al postcapitalismo, que multiplica el número y la
importancia de los cambios a afrontar, una vez que el sueño del crecimiento sin
límite, se ha desvanecido.
Los
cambios que nos están demandando respuesta:
·
A
los partidos: papel de los militantes, cultivo intensivo de los votantes,
coalición líderes, activistas:historias,”follones”, autocríticas. Despertar del
sueño burocrático, barrios.
·
Conversaciones,
coalición. Diálogos de valores prácticas.
·
Los
“ritos de convento”/ proyectos orientados a los resultados
·
La
política abstracta/la política narrativa.
·
Política
abajo arriba/imposición burocrática desde arriba.
·
Suficiencia
financiera/eficiencia.
·
Empoderando
hacia arriba/empoderarse empoderando
·
Cesarismo,
liderazgo heroico carismatico, liderazgo suficiente que compromete.
Los componentes de un sistema de
dirección de las operaciones de cambio.
Estos
componentes pueden verse como un conjunto de operaciones que se entrecruzan
entre sí:
·
La
generación de una tensión entre el estado final y el estado actual, como
consecuencia de una definición cada vez más ajustada de ambos.
·
La
conducción de la transición de un estado
al otro.
·
Un
arranque suficientemente vigoroso de lo nuevo, sin dejarse asfixiar por lo
existente que se quiere cambiar.
Este sistema
de dirección no sólo ha de situarse en la cúspide de la organización. Los
activistas que forman los equipos de secciones electorales – la base de la
organización por proyectos – tienen que generar, a su vez, cambios en los
comportamientos de los votantes actuales y potenciales y sus líderes. Y los
equipos de barrio tendrían que ayudar a que los activistas cambien los
comportamientos habituales como militantes, y vayan adoptando este nuevo papel
de líderes de un cambio.
La
congruencia entre las maneras de conducir los cambios entre los niveles de la
organización, ayudará mucho a la eficacia de los mismos.
Por ello,
este los criterios básicos de este documento deben ser trasmitido a los equipos de barrio y sección electoral,
y tratado en ellos, ayudándoles a adaptarlo como guía para las operaciones
específicas de su nivel. Junto a este documento se puede utilizar manuales
de organización, redactados ad-hoc
La generación de la tensión que da
fuerza al cambio.
Sin saber
a dónde se va, en términos de los intereses de los participantes, es difícil
que se genere la fuerza suficiente para cambiar. Lo mismo puede decirse, sino
se conoce bien el estado actual y que hay que cambiar de él.
Los que
pretenden conducir un cambio deben dedicar tiempo a ir perfilando el estado
final, en términos de los objetivos de las personas participantes, cuya
implicación es relevante. Y al mismo tiempo ponerse de acuerdo en la evaluación
del estado actual, en términos de las malas prácticas que generan los
resultados indeseables.
La
evaluación del estado actual es una práctica muy poco extendida, y, con
frecuencia, se convierte en meros ataques a las personas. Conviene que la
dirección empiece dando señales de cómo hacer esto, sin crear conflictos
innecesarios, o creándolos pero habiendo previsto previamente la salida
productiva de ellos.
A
impulsos de estas prácticas de la dirección, los nuevos equipos de los barrios
y las secciones electorales, deben ir practicando la evaluación y la
autocrítica, al mismo tiempo que van especificando los resultados que se van
logrando y su relación con una meta final, que nunca será definitiva sino de
una etapa.
A dónde
se va, no queda suficientemente descrito para la mayoría de las personas que se
han de implicar, por la fijación de un objetivo de votos, o de la conquista de
un poder institucional. Para la mayoría de ellos, el final buscado, son, ante
todo, unas ciertas prestaciones públicas, y sobre todo unos nuevos estilos de
interacción que les permitan que sus intereses sean tenidos en cuenta en la
práctica.
Estos
estilos de interacción son la base de las coaliciones de la dirección con los
activistas, y de éstos con los líderes de los votantes. La tensión entre el estado final y el estado
actual, aporta la fuerza que se empleará en el cambio, sin la cual el estado
actual, aunque sea criticado, acabará con asfixiar el camino hacia el estado
futuro.
El arranque
Los
primeros movimientos de una operación de cambio, señalan el ADN del ente que
estamos creando. Muchas de estas
operaciones fracasan porque no consiguen alumbrar el embrión de lo nuevo,
asfixiado por lo que se trata de superar. La tensión generada por la
comparación estado actual/estado deseado es clave para la generación de lo
nuevo.
En las
operaciones iniciales de la constitución de los equipos de los barrios- en el cambio organizativo de enriquecer las estructuras con una dimensión proyectos de resultados por barrios- estamos
viendo algunas prácticas sobre las que merece la pena reflexionar.
·
Cada
barrio se compone de un número de secciones electorales, que hay que asignar
con seguridad a cada activista participantes, con la información necesaria –
resultados, objetivos, militantes, interventores…
·
Reuniones
(¿para qué?) y relaciones bilaterales (para ir estableciendo
compromisos/ayudas)
·
Definir
el estado final y evaluar el estado actual.
·
Integrar
bien los intereses de cada participante.
·
Acordar
la tarea que se encomienda en términos de metas y modos de llegar a ella.
·
Identificar
votantes actuales y potenciales (no son todos los demás) y sus líderes.
·
Conseguir
anécdotas e historias de las personas que se van haciendo cargo, en el camino
de conseguir las de los votantes y sus líderes. Asegurar una constante
circulación de estas historias (WhatsApp?)
·
Ir
comprendiendo el proceso recoger historias, darles sentido, el “barrio que
vivimos”, socialización, el barrio que queremos”, priorizaciones, el Plan de
Futuro del Barrio.
·
Ir
despertando la fuerza reivindicativa de los votantes y contribuir a la
manifestación directa de su voluntad, apoyándose en sus líderes.
·
Ir
practicando la evaluación, encontrando una manera productiva de practicar la
autocrítica, sin crear conflictos innecesarios, o aprendiendo a resolver los
necesarios.
·
Aportar
pautas para conversaciones políticas que ayudan a que estos procesos tengan
lugar.
·
En
la medida que las relaciones bilaterales van cubriendo los pasos anteriores, y
sobre todo los compromisos/ayudas, estimar para que puede servir una reunión.
La transición (a desarollar en entradas posteriores)
Como
armonizar la existente con lo nuevo.
El plan
de futuro armonizando los barrios y las demandas sectoriales.
La
evolución de las reuniones formales.
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Vamos a tratar un ejemplo de dirección política consciente en la jornada "El Último Año de Mandato. Clave para Mejorar/NO empeorar Resultados en 2.015. Guía/calendario para la Planificación Política., BCN, 31 de mayo. Ver programa y condiciones de participación en eventos Facebook
Vamos a tratar un ejemplo de dirección política consciente en la jornada "El Último Año de Mandato. Clave para Mejorar/NO empeorar Resultados en 2.015. Guía/calendario para la Planificación Política., BCN, 31 de mayo. Ver programa y condiciones de participación en eventos Facebook
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