Aplicar al sustantivo “militante” el adjetivo de “activo” puede sonar a
redundancia, aunque cualquier persona que conozca la realidad de los partidos
de izquierda sabe lo que se quiere significar con ello. En otros momentos y en
partidos de otros países, se ha utilizado y se utiliza el término “activista”
para designar lo que aquí queremos decir. Finalmente, lo que importa, no es
cómo lo llamemos, sino los comportamientos políticos que se trata de lograr,
con el fin de asegurar los resultados políticos: comprometerse íntimamente a asegurar esos resultados en un ámbito
delimitado y en el que, mejor, sea posible comprobar si esos objetivos se han
logrado. El ámbito donde mejor se cumplen estas condiciones es la sección electoral, y el conjunto de secciones electorales que hay en un barrio.
La manera más eficaz de asegurar los resultados políticos en encuentra
en orientarse a los votantes, en una
interacción continuada que tiene por objeto producir un intercambio de
compromisos.
Al partido le conviene no sólo que sus votantes actuales se comprometan
a volver a votarlo. También le conviene que le defienda y promueva en su
entorno; que preste ayuda para identificar otros votantes actuales y
potenciales, para conservar a los primeros y conquistar a los segundos; que, en
algunos casos, aporte fondos; que acepte emplear tiempo en comunicaciones en
dos sentidos con el partido –identificar y priorizar necesidades, evaluar la
actuación el partido y la institución,…Hay una gran diferencia en los
resultados, entre situaciones en que los votantes votan pasivamente, o por
“descartes”, o “tapándose la narices” y las situaciones en que se ha conseguido
que un porcentaje significativo de votantes se vaya comprometiendo a los
comportamientos mencionados más arriba. El votante
no es, en este caso, receptor pasivo de mensajes unidireccionales standard,
sino el interlocutor activo, cuyo
compromiso de acción estamos buscando.
Los compromisos de los votantes serán consecuencia de un intercambio con
compromisos del partido. Los compromisos
del partido radican en cumplir su misión constitucional de contribuir a formar
y manifestar la voluntad política de sus votantes. Para el intercambio es
necesario que el partido comparta con sus votantes las conversaciones de ellos,
y las narraciones donde comentan entre sí cómo las actuaciones públicas inciden
en su calidad de vida.
El intercambio de compromisos sólo se realiza de un modo firme como
resultado de comunicaciones continuadas en dos sentidos entre personas singulares, votantes actuales y
potenciales/militantes activos del partido, Compartir conversaciones y
narraciones, con vistas a intercambiar compromisos se realiza con más seguridad
si los interlocutores comparten estilos de vida similares. De modo que habrá
que escoger con cuidado los interlocutores del partido que deben serlo de
grupos específicos de votantes, si se quiere evitar el riesgo de que la
comunicación no tenga lugar o lo sea dificultosamente.
A través del proceso continuado de
comunicación en dos sentidos, el partido puede avanzar compromisos que producen
los compromisos de los votantes actuales y potenciales. Los compromisos del
partido se van concretando en la prestación de servicios políticos – que ayudan
a tomar decisiones a los votantes: encuentros, priorizaciones, información y
formación política,… -, en la solución de problemas concretos priorizados, la
adaptación de proyectos en marcha, el consenso sobre un proyecto de futuro del
barrio/municipio, a partir de los valores y preferencias de los votantes,
captados por métodos narrativos.
Papel
En este sentido, el activista tiene un papel relevante en,
·
Escuchar hasta comprender bien, ayudando a que su interlocutor/votante
se comprenda bien y comprenda la dimensión social de sus demandas. No se trata
de responder a “cartas a los reyes
magos” individuales, sino de liderar procesos en los que votantes lleguen a
acuerdos sobre necesidades colectivas priorizadas, en las que encuentren una
mejora de su calidad de vida, no sólo material, aunque también.
·
Empoderar su influencia en las
cosas que pasan: primero
en las decisiones del partido y después en lo que hacen las instituciones, a
través de la manifestación de sus necesidades colectivas priorizadas, y la
presión de la acción directa colectiva para que sean tenidas en cuenta y
atendidas.
·
Ejemplificar en sus prácticas los
valores que predica,
aceptando las críticas en debates colectivos, como una contribución a la
necesaria evaluación que todos los
líderes del partido, empezando por los líderes de sección electoral y barrio,
tienen que llevar a cabo periódicamente, en la línea de una dirección política
consciente.
------------------------------------------
Estos temas se profundizan en los seminarios "Activismo/ Liderazgo Políticos", en otras entradas de este blog, y en los libros "Revitalizando el partido" y "Cómo Ganar (y perder) Votantes"
----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario